. Se trata del juicio contra Microsoft por monopolio, el cual lleva coleando ya mucho tiempo. Esta vez los nueve estados norteamericanos que no se han dejado comprar han vuelto a ganar una nueva batalla, y por decisión judicial Microsoft deberá entregarles el código fuente de sus sistemas operativos para que lo inspeccionen cuidadosamente. Si los técnicos de la acusación descubren que el Internet Explorer no es una parte fundamental del sistema y puede ser separado con facilidad la compañía del Gates lo pasará bastante mal...