La propuesta surge una vez que Netflix ha llegado a Australia esta semana. Como resultado, las decenas de miles de australianos que usaban VPN para poder utilizar Netflix en la versión estadounidense ya cuentan con la plataforma legal en el país. Ahora bien, como ocurre en muchas de las expansiones de la compañía por el mundo, la versión que llega a los nuevos hogares no es la esperada y difiere sustancialmente de la de Estados Unidos.
Esto es debido a los acuerdos de licencia sumamente complicados con los que cuenta Netflix con Hollywood. Para los estudios de cine y televisión estos acuerdos de licencia geográfica son una parte fundamental de su negocio. Por esta razón, aunque el despliegue de la compañía es un paso en la dirección correcta, la selección de contenido será una decepción para aquellos que estaban acostumbrados a la oferta norteamericana utilizando VPN.
Y aquí es donde llega el plan de Netflix. Según ha expresado el CEO de la compañía, Reed Hastings, el problema se puede solucionar si la industria comienza a ofrecer el mismo contenido a nivel mundial, sin barreras artificiales. Hastings explica que la cuestión en torno al VPN es un problema relativamente pequeño en comparación con las formas tradicionales de infracción, y además, un problema de fácil solución:
Las VPN son un pequeño pequeño asterisco en comparación con la piratería. La piratería es realmente el problema en todo el mundo. La solución básica para Netflix es que sea global, conseguir que el contenido sea el mismo en todo el mundo, así no hay incentivo para utilizar VPN. Entonces podremos trabajar en el problema más importante que es la piratería.
Por tanto, para Netflix los usuarios de VPN sí están dispuestos a pagar, simplemente no lo hacen en su país porque no pueden conseguir un paquete local similar al de Estados Unidos. La compañía espera que la industria aborde este problema para después centrarse en aquellos usuarios que aun así no quieren pagar. Según Hastings:
La clave de la piratería es que alguna fracción de ella se da porque no podían obtener el contenido. Esa parte la podemos arreglar. Una parte de la piratería, sin embargo, es porque simplemente no quieren pagar. Esa es la parte más difícil.
Parece lógico pensar que si finalmente se ofrece al usuario un paquete largamente demandado, la compañía obtendrá el feedback con la llegada de nuevos clientes. La cuestión ahora es saber si Hollywood está dispuesto a cambiar esas restricciones geográficas y abrazar acuerdos de licencias globales.