A diferencia de Rift, que se orienta como un dispositivo de gama alta y que requiere de un ordenador de potencia considerable, Oculus Go contiene en su interior un procesador Snapdragon 821 y su propia batería, por lo que carece de cables. Pese a ser un producto económico, puede considerarse superior a visores como el Gear VR de Samsung o la gama Daydream de Google, que utilizan un teléfono móvil de cierta categoría para funcionar y poseen ciertas limitaciones en materia de calidad de imagen.
Oculus Go utiliza una pantalla LCD 2560 x 1440 de activación rápida y con una calidad de imagen supuestamente muy elevada gracias a unas lentes de gran claridad. El visor viene con un separador especial en caso de utilizar gafas, pero también permite instalar en el propio visor cristales graduados VirtuClear, por ahora solo disponibles en Estados Unidos y a través de Internet.
Asimismo, el visor posee su propio sistema de audio envolvente en la propia banda de sujeción, aunque Oculus ofrece la posibilidad de utilizar auriculares convencionales utilizando un conector de 3,5 milímetros. El control se ejecuta utilizando el mando inalámbrico incluido y la instalación de aplicaciones se realiza en el propio visor utilizando una aplicación para el teléfono móvil.
Según señala Oculus, ya hay disponibles "más de 1.000 juegos, experiencias y aplicaciones" compatibles con el visor Go, incluyendo algunos títulos ya conocidos como Poker VR, Catan VR y Anshar Online. También habrá contenidos promocionales como Jurassic World: BLUE, en el que el usuario seguirá de cerca las peripecias de un velocirraptor fugado, así como aplicaciones multimedia como Netflix.