Hay razones prácticas que explican por qué los juegos que acompañan a las consolas en su lanzamiento no son normalmente considerados como grandes juegos, según dice Tony Key, vicepresidente senior de marketing y ventas de UbiSoft América.
En primer lugar, muchos juegos de lanzamiento para PlayStation 4 y Xbox One abarcan dos generaciones, y los equipos de desarrollo tienen que crear versiones para todas las consolas. Según Key, la base instalada de consolas de la actual generación es mucho mayor, los juegos venden más copias en esas plataformas y los títulos entre generación no pueden ser radicalmente diferentes.
"En este momento, todos los editores están traspasando sus recursos de desarrollo", comenta Key a Games Industry. "Para un juego como Assassins Creed IV: Black Flag, la mayoría de ventas son todavía procedentes de las plataformas de la actual generación y no podemos hacer una versión para PlayStation 4 o Xbox One que sea tan radicalmente diferente que no podamos venderlas juntas. Ahora los desarrolladores y diseñadores se centran en hacer un juego que funcione en todos los sistemas. Pero a medida que los recursos vayan trasladándose a la nueva generación va a ser más fácil, porque la potencia de estas máquinas nos va a permitir ser mucho más creativos".
A pesar de ser pesimista con los títulos de lanzamiento de las nuevas consolas, Tony Key se muestra optimista en cuanto a la nueva generación de consolas, y espera que las ventas de software despeguen más rápidamente que en anteriores transiciones.
"Nuestra sensación es que la base instalada de máquinas tomará fuerza mucho más rápido que en generaciones anteriores. En los primeros dos años años, esperamos que haya el doble de la base instalada de consolas que en generaciones anteriores".
