Posiblemente hayais podido ver en las noticias de Antena3 cierto reportaje en el cual al tiempo que se habla del temido francotirador de Washington se muestran imágenes del videojuego Counter-Strike en un intento más de añadir un giro sensacionalista al asunto. El hecho no dejaría de ser una anécdota más en la larga lista de despropósitos que va acumulando la cadena privada (si hay un asesinato oscuro es un juego de rol, si hay armas de por medio un videojuego) cada vez más dada a la desinformación, pero parece que lo que tenemos por estos pagos es casi baladí comparado con la estupidez mediática de los EEUU. En el diario La Vanguardia podemos leer un
artículo en el cual se refleja el intento real de algunos "expertos" por unir a los videojuegos con el asesino, nombrando títulos como Sniper: Path to Vengeance, Hitman 2, Silent Scope o Conflict: Desert Storm, estos dos últimos nombrados en la cadena MSNBC hace dos días, que llego a enlazar el modo "God" de los videojuegos con el contenido de la nota que dejó el asesino (Dear policeman, I am God). Al frente de esta bufonada se situa el abogado Jack Thompson, conocido por sus intentos de relacionar videojuegos con violencia, que ha afirmado que el criminal se podría haber entrenado usando este tipo juegos.
Mucho más juicio han demostrado Gonzo Suarez, creador de Commandos, al declarar
"Es evidente que se puede utilizar un juego de acción o ver una película como ‘Enemigo a las puertas’, protagonizada por dos francotiradores en el asedio a Stalingrado, sin que eso convierta a nadie en asesino. Es absurdo pensar en términos de causa y efecto" y la American Snipers Association, que ha afirmado
"Nadie puede convertirse en un tirador de elite jugando sólo a un videojuego".