El apartado más interesante del retraso es el motivo proporcionado por la compañía, que aduce un interés mayor del esperado por la miniconsola en el mercado internacional. Este factor habría supuesto el cambio a un lanzamiento global simultáneo en 2019 frente al hasta ahora confirmado exclusivamente para Japón antes de que terminase el año. Así, a la consola presentada entonces se sumarían una Mega Drive para Europa y una Genesis para Norteamérica.
Desde Sega han explicado que también han decidido revisar el diseño del dispositivo, manteniendo el equipo de desarrollo original pero ampliando los recursos dedicados al mismo, además de comenzar a trabajar con estudios japoneses "con experiencia demostrada en desarrollo de software".
Tras el anuncio original se había difundido que la miniconsola sería un nuevo producto (teóricamente con hardware inédito) a cargo de AtGames, la empresa estadounidense que ya ha lanzado varias réplicas de la 16 bits de calidad irregular con la licencia de Sega.
La cuenta oficial de la compañía borró el tuit en el que confirmaba su implicación poco después de publicarlo, no sin que antes su responsabilidad en el desarrollo atrajese una reacción casi unánimemente negativa. Con las nuevas declaraciones de los japoneses, todo parece indicar que la propia Sega se involucrará más directamente en el proyecto aunque sin descartar la participación de AtGames.
Por otra parte, la frase que menciona a los desarrolladores japoneses podría implicar una mejor colaboración con terceros como Capcom o Konami para la inclusión de títulos de éxito en la era de los 16 bits o a la participación de estudios especializados en lo retro como M2, los responsables de otros proyectos como 3D Classics o AGES relacionados con llevar el catálogo de la compañía a otras plataformas.
No cabe duda de que esta última opción podría proporcionar resultados interesantes. Los últimos trabajos de este pequeño equipo se han consolidado ciertamente como algunas de las más cuidadas conversiones de clásicos en el mercado.
Tampoco es descabellado relacionar el anuncio del retraso con la revelación casi simultánea de la primera miniconsola de Sony, la PlayStation Classic, que llegará a las tiendas el 3 de diciembre y dentro de su escueta presentación ha incluido bastantes más detalles sobre su propuesta que los publicados en su momento por Sega acerca de su Mega Drive Mini.