Tras largos meses de espera que han tenido en vilo a sus inversores, Snapchat salió a bolsa este pasado jueves con el propósito de recaudar 3.000 millones de dólares con la venta de acciones y asentarse de forma oficial en los mercados junto a compañías como Twitter y Facebook. Bien, el exitoso híbrido entre aplicación de mensajería y red social ha superado sus propias expectativas, levantando un total de 3.400 millones de dólares y llevando su valoración total hasta los 34.000 millones de dólares.
Lejos de hundirse ante una hipotética espantada de inversores dispuestos a llenarse los bolsillos rápidamente y la realidad económica de una empresa que por ahora solo genera pérdidas, el precio de las acciones de Snapchat subió un 44% en su primer día con respecto a la oferta de salida. La capitalización de mercado de Snapchat (el precio de por acción multiplicado por el número de acciones en circulación) es en estos momentos superior a la de Twitter, con 28.400 millones de dólares frente a los 11.500 millones de la red social del pajarito azul. Con todo, Snapchat está muy lejos de dar alcance a Facebook, con una monstruosa capitalización de 397.600 millones de dólares.
No son pocos los que consideran su valoración en bolsa excesiva.
Se da la circunstancia de que en estos momentos Snapchat no genera beneficios. A pesar de que la empresa tiene un éxito explosivo entre los usuarios adolescentes (principalmente en Estados Unidos) gracias a sus mensajes que desaparecen al cabo de un tiempo, la documentación financiera remitida por la compañía antes de su salida a la bolsa refleja unos ingresos de 165,7 millones de dólares durante el último trimestre del 2016 y unas pérdidas de 170 millones que terminaron dejando el agujero anual de 515 millones.
La apuesta de Snapchat pasa ahora por utilizar el dinero obtenido con su salida a bolsa para seguir creciendo (particularmente en Europa, donde Instagram y WhatsApp le están metiendo palos entre las piernas) al tiempo que busca cómo rentabilizar su extensa base de usuarios. Un primer paso podría estar en la diversificación de su oferta con el lanzamiento de productos como sus gafas Spectacles, pero también en el de un dron en el que estaría trabajando actualmente según el diario The New York Times. Solo el tiempo dirá si Snapchat consigue seguir la estela de Facebook o si por el contrario sigue la trayectoria errática de Twitter.
Lejos de hundirse ante una hipotética espantada de inversores dispuestos a llenarse los bolsillos rápidamente y la realidad económica de una empresa que por ahora solo genera pérdidas, el precio de las acciones de Snapchat subió un 44% en su primer día con respecto a la oferta de salida. La capitalización de mercado de Snapchat (el precio de por acción multiplicado por el número de acciones en circulación) es en estos momentos superior a la de Twitter, con 28.400 millones de dólares frente a los 11.500 millones de la red social del pajarito azul. Con todo, Snapchat está muy lejos de dar alcance a Facebook, con una monstruosa capitalización de 397.600 millones de dólares.
No son pocos los que consideran su valoración en bolsa excesiva.
Se da la circunstancia de que en estos momentos Snapchat no genera beneficios. A pesar de que la empresa tiene un éxito explosivo entre los usuarios adolescentes (principalmente en Estados Unidos) gracias a sus mensajes que desaparecen al cabo de un tiempo, la documentación financiera remitida por la compañía antes de su salida a la bolsa refleja unos ingresos de 165,7 millones de dólares durante el último trimestre del 2016 y unas pérdidas de 170 millones que terminaron dejando el agujero anual de 515 millones.
La apuesta de Snapchat pasa ahora por utilizar el dinero obtenido con su salida a bolsa para seguir creciendo (particularmente en Europa, donde Instagram y WhatsApp le están metiendo palos entre las piernas) al tiempo que busca cómo rentabilizar su extensa base de usuarios. Un primer paso podría estar en la diversificación de su oferta con el lanzamiento de productos como sus gafas Spectacles, pero también en el de un dron en el que estaría trabajando actualmente según el diario The New York Times. Solo el tiempo dirá si Snapchat consigue seguir la estela de Facebook o si por el contrario sigue la trayectoria errática de Twitter.
Ya lo que hacía lo hacen otras aplicaciones, así que... :(
La tecnología es tan extraña que uno no sabe de dónde sale todo el dinero que supuestamente valen estas aplicaciones.