Esto se debe a que los ingresos del servicio de streaming de música aumentaron mucho más rápido que sus pérdidas, algo que no siempre ha sido capaz de llevar a cabo. Unos documentos presentados que muestran como Spotify, con sede en Suecia y Reino Unido, generó ingresos por 2.120 millones de dólares el año pasado, alrededor de un 80% más que los 1.180 millones de dólares que obtuvo el año anterior.
Por su parte, las pérdidas alcanzaron el récord de 188,7 millones de dólares, lo que supone un 6,7% más que el total del año anterior (con 176,9 millones de dólares). Aun así, estos resultados muestran un mejor rendimiento que los del 2014, cuando las pérdidas de Spotify se dispararon un 289% mientras que sus ingresos solamente aumentaron el 45%.
Lo que no ha cambiado es de dónde viene la mayor parte de los ingresos de la plataforma: su servicio de suscripción, que además ahora cuenta con más de 25 millones de usuarios en todo el mundo. La mayoría de ese dinero va directamente para los sellos discográficos, artistas y en general para pagar derechos de autor.
De seguir esta progresión, el servicio de streaming demostrará finalmente que su sistema funciona y da dividendos mientras crece a gran escala. Hasta ahora todos los servicios de streaming de música tenían el mismo problema: sus gastos aumentaban al mismo ritmo que su crecimiento, o incluso en ocasiones más rápido que su crecimiento. Spotify parece haber cambiado esa tendencia.
Junto a los resultados financieros Spotify ha anunciado otra novedad: la modalidad de suscripción familiar se rebaja un 50%. Así, el servicio que permite hasta 6 cuentas pasa a costar 14,99 euros (en vez de los 29,99 euros anteriores). Una gran noticia para aquellos grupos de usuarios o familias que estuvieran pensando en contratar el servicio de forma conjunta.