Movistar Car es un producto un tanto extraño si se considera que hoy en día la mayoría de los teléfonos móviles cuentan con una conexión de datos de banda ancha, lo que dificulta un tanto su orientación, a medio caballo entre el "Wi-Fi para todos" y una especie de servicio de asistencia en carretera con funciones añadidas de vehículo inteligente para toda clase de automóviles, y en particular para aquellos desprovistos de conectividad avanzada.
De acuerdo con el comunicado de prensa, Movistar Car proporcionará una red "exclusiva" del coche con un total de 3 GB al mes y soporte para hasta cinco dispositivos simultáneos. Más intrigantes resultan las características de localización, que permitirá localizar el vehículo y mantener un historial de viajes con favoritos, así como la llamada automática al 112 en caso de accidente. Esta última prestación acerca en cierto modo la tecnología eCall, introducida en todos los coches de nueva factura desde abril de 2018, en otros de mayor antigüedad.
Acceso a la información de diagnóstico del vehículo y publicidad
La capacidad de llamada en caso de emergencia se une a otras mucho más inusuales como la capacidad de realizar diagnósticos de mantenimiento y averías, así como recibir " a través de acuerdos con terceros, ofertas exclusivas en combustible, talleres, seguros y más ventajas asociadas al coche y sus desplazamientos". Para ello se vale del mecanismo de conexión, puesto que el dispositivo se conecta al puerto OBD.
No se trata de un detalle baladí. El uso del puerto de diagnósticos abre las puertas a mantener un registro granular, minucioso y extraordinariamente completo sobre el funcionamiento (e incluso la inactividad) del vehículo en todo momento, por lo que resulta como mínimo interesante conocer la información a la que tendrán acceso Movistar y sus socios. Tanto por razones de privacidad como para ajustar en mayor detalle estos "servicios añadidos".
Según explica la nota de prensa, el servicio tiene un alta de 20 euros y un coste de 3 euros al mes. Estará disponible a partir de febrero de 2019 para los coches de gasolina fabricados a partir del año 2004 y del 2005 para aquellos con motor diésel.
