Los jugadores experimentados de Theme Park saben lo importante que es llevar una buena gestión de los restaurantes del parque. Desafortunadamente, evitar una intoxicación alimentaria en la vida real no es igual de fácil. Google, que está muy implicada en el avance de las ciencias de la salud, es consciente de ello, y en Estados Unidos ha demostrado un modelo para detectar restaurantes con prácticas inseguras que ha resultado ser mucho más efectivo que las inspecciones de sanidad rutinarias.
Probado en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard, el método de Google utiliza un sistema de aprendizaje automatizado que clasifica búsquedas potencialmente delatoras de intoxicaciones alimentarias como "punzadas en el estómago" o "diarrea" usando muestras anonimizadas sumadas a historiales de localización. De esta forma Google es capaz de saber los últimos restaurantes visitados por los usuarios antes de buscar en Internet el motivo de sus violentas visitas al baño.
El sistema mostró su efectividad en las ciudades de Las Vegas y Chicago. Inspectores de sanidad fueron despachados a los locales identificados como fuentes potenciales de intoxicación por Google pero no fueron advertidos de ello para garantizar la validez de los resultados. Al mismo tiempo se mantenían las inspecciones rutinarias y basadas en quejas de los consumidores. El resultado es que el modelo de Google es capaz de detectar restaurantes insalubres con una precisión del 52,3 %, cuando las inspecciones habituales en ambas ciudades arrojaron un 22,7 %.
Según señala el diario MedicalXpress, aproximadamente el 38 % de los negocios con prácticas inseguras detectados usando el modelo de Google no eran los últimos visitados por las fuentes de los datos. Es un dato importante, puesto que existe la tendencia a responsabilizar de nuestros problemas gastrointestinales al último bar o restaurante visitado, cuando dependiendo del tipo de intoxicación (no es lo mismo una toxina presente en la comida que un patógeno) los síntomas pueden aparecer 48 horas después o incluso más tarde.
Los investigadores creen que este método no es suficiente para sustituir a los inspectores de sanidad humanos, que tienen su papel, pero algo tan común hoy en día como nuestras búsquedas en Internet podría convertirse en una poderosa herramienta para complementar su labor. Igual de intrigante es el hecho de que el modelo de Google "podría ser valioso para restaurantes pequeños y medianos que no pueden costar personal especializado en seguridad para monitorizar la seguridad de sus alimentos", dejando la puerta abierta a herramientas de uso empresarial.
Probado en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard, el método de Google utiliza un sistema de aprendizaje automatizado que clasifica búsquedas potencialmente delatoras de intoxicaciones alimentarias como "punzadas en el estómago" o "diarrea" usando muestras anonimizadas sumadas a historiales de localización. De esta forma Google es capaz de saber los últimos restaurantes visitados por los usuarios antes de buscar en Internet el motivo de sus violentas visitas al baño.
El sistema mostró su efectividad en las ciudades de Las Vegas y Chicago. Inspectores de sanidad fueron despachados a los locales identificados como fuentes potenciales de intoxicación por Google pero no fueron advertidos de ello para garantizar la validez de los resultados. Al mismo tiempo se mantenían las inspecciones rutinarias y basadas en quejas de los consumidores. El resultado es que el modelo de Google es capaz de detectar restaurantes insalubres con una precisión del 52,3 %, cuando las inspecciones habituales en ambas ciudades arrojaron un 22,7 %.
Según señala el diario MedicalXpress, aproximadamente el 38 % de los negocios con prácticas inseguras detectados usando el modelo de Google no eran los últimos visitados por las fuentes de los datos. Es un dato importante, puesto que existe la tendencia a responsabilizar de nuestros problemas gastrointestinales al último bar o restaurante visitado, cuando dependiendo del tipo de intoxicación (no es lo mismo una toxina presente en la comida que un patógeno) los síntomas pueden aparecer 48 horas después o incluso más tarde.
Los investigadores creen que este método no es suficiente para sustituir a los inspectores de sanidad humanos, que tienen su papel, pero algo tan común hoy en día como nuestras búsquedas en Internet podría convertirse en una poderosa herramienta para complementar su labor. Igual de intrigante es el hecho de que el modelo de Google "podría ser valioso para restaurantes pequeños y medianos que no pueden costar personal especializado en seguridad para monitorizar la seguridad de sus alimentos", dejando la puerta abierta a herramientas de uso empresarial.
He estado en todos los wooks de Barcelona y todos ellos están más limpios y presentables que el 99% de bares de barrio llevados por españoles.
De hecho un bar de abajo de mi casa lo han vendido una pareja de viejos a unos chinos y da puto gusto ver cómo está ahora.
Menos prejuicios y más ver la realidad.
Hombre, no hay nada más guarro ni más castizo que la clásica tasca de viejo con el señor mayor detrás de la barra secando los vasos de cerveza con el mismo trapo con el que limpia la barra...
He tenido tres intoxicaciones en mi vida, todas terribles. De las de licuarte por dentro y no saber si vas a echar las tripas por arriba o por abajo. Una de ellas fue en un hotel de cuatro estrellas de Salou (seguro al 99% que fue el pescado) y otra en un bar de tapas bastante caro de Zaragoza (confirmado el lugar, puesto que mi entonces novia lo pasó igual de bien que yo tras comer con ella). La tercera fue en un viaje de trabajo a la India que resultó en fiebre y diarrea explosiva durante una semana. Iba advertido de no beber agua del grifo y aún así agarré algo en el hotel, que además era de muy alta categoría.
A veces no es una cuestión de limpieza aparente o "cutrosidad", sino de cosas tan simples como si el cocinero se limpia bien después ir al baño o (probablemente en el caso de la India y otros países con problemas similares) si los alimentos se lavan con agua del grifo.
Los inspectores van igualmente a comprobar si es cierto o no.
¿99%? Claro que sí guapi.
Menos endofobia, gracias.