La FTC y los fiscales en cuestión (prácticamente todos y cada uno de los correspondientes a los estados que forman EEUU) demandaron a Facebook el pasado mes de diciembre, acusándola de poner en marcha una estrategia sistemática para aniquilar o comprar cualquier posible rival. Como resultado de estas prácticas, Facebook terminó comprando Instagram y WhatsApp, que podrían haber sido separadas forzosamente de Facebook de haber prosperado la demanda.
Según informa la cadena CNBC, los argumentos de la acusación no han convencido al juez a cargo del caso. Sin dar totalmente la razón a la defensa, el magistrado concluye que las acusaciones de la FTC son "legalmente insuficientes y deben ser por lo tanto desestimadas [...] La FTC no ha proporcionado suficientes hechos para establecer de forma plausible [sus acusaciones], a saber, que Facebook tiene poder monopolístico en el mercado para las Redes Sociales Personales".
En las conclusiones del juez se explica que la acusación no proporcionó datos críticos como cifras de cuotas de mercado de Facebook durante los últimos diez años y adolecía de una falta de concreción insostenible. Sin estas informaciones, asegura el juez, es imposible establecer si realmente Facebook tiene el poder de monopolio con el que la FTC le acredita.
A pesar de que la demanda ha sido rechazada, el juez permitirá presentarla de nuevo si la FTC puede proporcionar la información requerida para expresar sus argumentos de forma adecuada, por lo que este no es ni remotamente el final de la historia. Sí lo es para la demanda presentada en paralelo por los fiscales generales, puesto que según el razonamiento del juez, al excesivo retraso en sus acusaciones sobre las compras de WhatsApp e Instagram se suman otras (acciones para evitar la interoperabilidad con aplicaciones rivales) que no infringen per se las leyes contra la competencia.