Uno de los mayores cambios anunciados afecta a la progresión y el funcionamiento de los puntos de leyenda, que con esta actualización quedarán vinculados al reino y no al nivel del personaje. "Esto implica que todos los niveles de leyenda alcanzados se compartirán entre todos los personajes de un mismo reino", comenta Blizzard. "A fin de respaldar este cambio, hemos implementado diversos ajustes a la subida de nivel, algunas estadísticas y los niveles de los monstruos. De esta forma, resultará más sencillo comprender las cifras y valores".
Los niveles del 1 al 60 representarán al personaje, lo que permitirá conseguir 10 puntos de habilidad adicionales. A partir del nivel 60 se comenzarán a alcanzar niveles de leyenda.
Respecto a los niveles de dificultad, Diablo IV pasará a tener cuatro dificultades estándar: Normal, Difícil, Experto y Penitente que se irán superando mientras se sube a nivel 60, y las dificultades de Tormento. "En las dificultades de Tormento, la progresión está vinculada al Foso", comenta Blizzard. "Al luchar por alcanzar mayores niveles del Foso, obtendrás acceso a dificultades de Tormento más exigentes". El objetivo es dar a los jugadores un mayor control sobre cómo interactuar con los riesgos y las recompensas que ofrece el juego.
Siguiendo con los cambios en la progresión, la de los glifos cambiará notablemente y su mejora ya no está ligada a la experiencia. En lugar de eso, se dispondrá de varios intentos para aumentar el nivel de los glifos completando niveles del Foso. La posibilidad de mejorar un glifo depende del nivel del glifo en cuestión y del nivel del Foso completado. En caso de completar un nivel del Foso significativamente superior que el actual de un glifo, se obtienen niveles de mejora adicionales por cada intento. Además, el nivel máximo de los glifos aumenta del 21 al 100. A partir del nivel 45 es posible convertir glifos raros en legendarios.
Como nueva fuente de poder tenemos las palabras rúnicas. En Santuario los jugadores se podrán encontrar con dos tipos de runas: de ritual y de invocación. Las runas de ritual especifican las acciones que se deben llevar a cabo para activarlas, mientras que las runas de invocación otorgan poderosos efectos cuando se cumplen los requisitos de activación.
"Las runas giran en torno a un recurso llamado ofrendas que generan las runas de ritual al cumplir el requisito de cada una de ellas", explica Blizzard. "Por su parte, las runas de invocación consumen las ofrendas para activar sus efectos. Cuanto más exigente sea un requisito, más ofrendas generará la runa de ritual. Por su parte, las ofrendas necesarias para activar una runa de invocación aumentan con la potencia de su efecto". En caso de generar más ofrendas de las necesarias se activa la mecánica rebose, que mejora los efectos de la runa brevemente.
Por último, Blizzard ha anunciado que todas las clases de Diablo IV recibirán nuevas habilidades de clase y pasivas, se ajustarán las estadísticas para que la información sea más accesible (sin afectar al poder de los personajes), desaparecerán los objetos sacros y aumentará el poder de los ancestrales.
