Gracias a esta generosa recaudación inicial MiHoYo ya ha logrado cubrir la mayor parte del presupuesto de desarrollo y marketing de Genshin Impact, que según Liu Wei, cofundador del estudio, es superior a los 100 millones de dólares. Como era de esperar el juego ha logrado un notable éxito en China, pero su fama también se ha dejado notar en Japón, Corea y Estados Unidos, que junto a la República Popular figuran entre sus mercados más importantes. Antes de su lanzamiento Genshin Impact había conseguido más de 10 millones de prerregistros.
Según Ahmad, los guarismos que ha registrado Genshin Impact hasta ahora lo transforman “sin duda alguna” en el lanzamiento de más éxito para una propiedad intelectual original de un desarrollador chino. miHoYo se fundó en 2012 y según la firma de análisis Sensor Tower sus juegos previos, entre los que se incluye Honkai Impact 3rd, han registrado de forma colectiva más de 40 millones de instalaciones y más de 760 millones de dólares en ingresos mediante el gasto de los jugadores.
La versión de Genshin Impact para Nintendo Switch aún no tiene fecha. La de PlayStation 4 está apadrinada por Sony.
Genshin Impact es un juego en desarrollo. Su continente está compuesto por siete naciones pero a día de hoy solo están disponibles Mondstadt y Liyue. La actualización 1.2 prevista para el 23 de diciembre añadirá la zona de Dragonspine Mountain. Por otro lado, el éxito cosechado por Genshin Impact no ha estado exento de polémica. Se ha hablado de su inspiración en Zelda: Breath of the Wild, criticado el sistema gashapon similar al de las cajas de botín y mostrado preocupación por su antitrampas, que fue revisado después de la lanzamiento.
Además, Genshin Impact también ha sufrido la censura China y en el chat del juego no permite hacer referencia a Taiwán o Hong Kong. miHoYo es un desarrollador con sede en la China continental, así que debe cumplir con una estricta regulación que incluye eliminar cualquier elemento que amenace la unidad nacional, la soberanía o la integridad territorial de China. Otras palabras como Putin, Hitler, Stalin y Falun Gong (una práctica espiritual religiosa china) también están censuradas.
