Prey (2006) y Prey (2017) son dos shooters en primera persona con extraterrestres que a nivel de historia no tienen nada que ver el uno con el otro, pero aun así comparten licencia y nombre. ¿Por qué? La respuesta la tiene Raphaël Colantonio, fundador y presidente durante 18 años de Arkane Studios (Dishonored, Prey, Deathloop, Redfall), que después de dejar su equipo en 2019 para abrir WolfEye Studios lo tiene más fácil para decir que el nombre de Prey lo impuso Bethesda Softworks en contra de los deseos del estudio de desarrollo.
“No quería llamar Prey a ese juego”, dice Raphaël Colantonio, director del título, durante una entrevista en el pódcast de la Academy of Interactive Arts and Sciences. “Y ante los periodistas tuve que decir lo contrario, lo que no fue agradable para mí. Odio mentir”. El desarrollador dice que se sintió mal al tener que engañar a la prensa apoyando un mensaje en el que no creía y sostiene que ni él “ni nadie” en el equipo quería llamar a ese título Prey. “Nuestro juego no tenía nada que ver con Prey”, añade Colantonio.
Durante la entrevista Colantonio muestra su agradecimiento a Bethesda Softworks por los recursos y la confianza que depositaron en él y su equipo, pero sostiene que cuando le dijeron “‘tu juego se va a llamar Prey’” se sintió insultado a nivel artístico y creativo. El desarrollador se opuso a utilizar ese nombre por múltiples motivos, incluyendo el comercial. Colantonio avanzó que los seguidores del Prey original no estarían contentos, mientras que a quienes no gustó Prey ni siquiera se interesarían por la nueva entrega.
Cuando Bethesda impuso el nombre de Prey en contra de los deseos de Arkane Studios, Raphaël Colantonio se empezó a dar cuenta que quizás tenía que abandonar el estudio debido a que ya no tenía el control de su propio barco. Prey se puso a la venta en 2017 y Colantonio fundó WolfEye Studios en 2019. El desarrollador también mencionó otros motivos como querer pasar más tiempo con su familia o el deseo de dedicarse a proyectos más pequeños. Su primer juego llamado Weird West se puso a la venta el pasado marzo.
Raphaël Colantonio añade que usar el nombre de Prey también fue irrespetuoso con los desarrolladores del juego original, Human Head Studios. “Nunca fue nuestra intención robar su propiedad intelectual y adueñarnos de ella”. En opinión del desarrollador, “todo el mundo perdió”. Además, reconoce que las ventas de Prey (2017) “fueron horribles”. Las notas del juego fueron mejores e incluso en 2018 se puso a la venta la expansión Prey: Mooncrash.
A día de hoy Human Head Studios no existe, se llama Roundhouse Studios y es propiedad de Bethesda (como Prey).
