El largo culebrón en el que vive instalado Vampire: the Masquerade - Bloodlines 2 añade un nuevo y dramático capítulo a su historia después de que Paradox Interactive haya anunciado que Hardsuit Labs ya no lidera el desarrollo del proyecto. En consecuencia, el título pasa a ser víctima de un tercer retraso y su llegada al mercado ya no se espera para 2021. Ahora mismo Bloodlines 2 no tiene fecha de lanzamiento.
“Hemos decidido posponer el lanzamiento del juego una vez más y no estará disponible en 2021”, dice Ebba Ljungerud, director ejecutivo de Paradox, en un mensaje publicado durante la presentación de los últimos resultados financieros de la compañía. “También decidimos que Hardsuit Labs deje de liderar el desarrollo de Bloodlines 2 y hemos iniciado una colaboración con un nuevo estudio para terminar el desarrollo del título. Ha sido una resolución difícil, pero estamos convencidos de que es la correcta para hacer justicia al juego”.
“Este es un título muy importante para nosotros y ha sido un proyecto ambicioso desde el principio”, se puede leer en el canal oficial de Discord de Bloodlines 2. “Para cumplir con nuestros objetivos, hemos llegado a la conclusión de que es necesario un cambio y como resultado requerimos de más tiempo de desarrollo”. El mismo mensaje también contiene palabras de agradecimiento hacia Hardsuit Labs, un estudio del que Paradox tiene un 33 % del accionariado, donde se valora su “duro trabajo” a la hora de sentar las bases del juego.
Volviendo al mensaje de Ljungerud, el directivo no menciona los motivos que han llevado a Paradox a cambiar al equipo de desarrollo de Vampire: the Masquerade - Bloodlines 2. En su mensaje solo comenta las dificultades que todos sus estudios han tenido para mantener el ritmo de producción habitual debido a la pandemia de coronavirus. En consecuencia, el editor ha retrasado “varios lanzamientos” previstos para 2021 más allá de Bloodlines 2, pero se trata de juegos no anunciados y sus nombres no han trascendido.
Este no es el primer incidente que vive el desarrollo de Bloodlines 2. Más allá de los tres retrasos y antes de cambiar al equipo de desarrollo, el proyecto sufrió el despido del diseñador narrativo Brian Mitsoda y el director creativo Ka’ai Cluney. Ese fue en agosto de 2020, momento en el que también se anunció la contratación de Alexandre Mandryka, un fixer que tenía como objetivo enderezar el proyecto. Se desconoce si Mandryka sigue implicado en el juego y cuál es el estudio que ha heredado el desarrollo.
Bloodlines 2 no es el primer ni será el último juego con problemas durante su desarrollo, pero un cambio de equipo y un retraso de como mínimo dos años son palabras mayores. Además, la campaña de reservas del título se ha detenido.
