El desarrollo de Paprium es una de esas historias que pasan a los anales de la scene retro. Desarrollado por Gwénaël Godde, alias Fonzie, conocido por su implicación en el bien recibido Pier Solar, Paprium fue desvelado en su etapa ya casi supuestamente final con una campaña de mecenazgo y preventas.
Más allá del factor retro y el hecho de que hablamos de un auténtico juego de físico para Mega Drive, Paprium destacaba por unos gráficos explosivos, repletos de sprites de enorme tamaño moviéndose a 60 FPS y complementados con una espectacular banda sonora de 24 canales que solo era posible gracias a alguna clase de chip específico, todo ello en un cartucho de 80 Megabits.
La enorme calidad exhibida por su apartado visual y el obvio esfuerzo en la promoción fueron recompensados con una avalancha de reservas, con un PVP inicial de 89 dólares. Eso fue en marzo de 2017. La idea era que los juegos llegaran el 15 de septiembre del mismo año. Lo que sucedió después solo se puede describir como uno de los desastres más grandes en la historia del micromecenazgo y el desarrollo indie.
Fonzie, que claramente se vio superado por la complejidad de Paprium empezó a retrasar su lanzamiento. Largos periodos sin comunicación alguna con unos fans cada vez más enfadados eran seguidos por explosiones de locuacidad en las redes sociales, normalmente prometiendo novedades a corto plazo o pidiendo disculpas por problemas a cada cual más peregrino. En una ocasión PayPal había congelado los fondos. En otra, material de desarrollo se había perdido en el envío. Más adelante surgieron problemas en la cadena de suministro. Todo un recital de excusas cada vez más difíciles de creer y que normalmente eran seguidas por meses de silencio absoluto.
Las cosas siguieron así hasta octubre de 2018, cuando por absoluta sorpresa WaterMelon Games celebró una fiesta en París para celebrar el 30 aniversario de la Mega Drive y el propio lanzamiento de Paprium. Pero el juego que se pudo ver en dicho evento era un desastre. El hardware claramente estaba aún en desarrollo y el software no era ni remotamente definitivo, mostrando bugs evidentes y una cierta falta de contenido. La situación era ya rocambolesca.
Tras la fiesta, Fonzie volvió a desaparecer durante meses. Solo volvió a asomar la cabeza con un vídeo supuestamente grabado en China para pedir disculpas, asegurando que numerosas piezas del juego estaban esperando en los almacenes desde 2016. Todo seguía en marcha, pero había que esperar un poco más. Y de nuevo, silencio absoluto. Hasta hace unos días los jugadores que no habían cancelado su reserva fueron sorprendidos con un mensaje de confirmación de envío y un número de seguimiento.
Con los primeros cartuchos ya en manos de sus compradores, Paprium abandona definitivamente la fase vaporware y se convierte en un título real. Tangible. Palpable. Jugable. Los primeros análisis aún no han sido publicados, pero las fotos y los vídeos que comienzan a llegar desde Francia muestran un packaging extraordinariamente cuidado y un juego que al menos superficialmente es igual de espectacular que en el primer trailer.
Varios gameplays del juego definitivo.
Los EOLianos que aún no conocieran la singular historia de Paprium y deseen desempolvar sus Mega Drive pueden adquirir su propia copia en el sitio oficial. La remesa inicial ya está enviada, pero hay una segunda en camino con precios notablemente más caros (la edición especial europea tiene un precio de 229 dólares).
Asimismo, Fonzie y WaterMelon han anunciado su próximo proyecto, A(...)M(...)96. No hay más información aparte de que será otro juego para Mega Drive, pero los valientes que quieran asegurar su copia ya pueden reservarla a un precio de 169 dólares, 229 dólares en el caso de la edición Limited. También habrá descuentos para los pedidos de más de siete unidades y, los temerarios que hagan un encargo de más de 4.999 dólares recibirán una máquina recreativa "gratis" hecha a medida para el juego.