Para sorpresa de nadie, este funcionamiento ha terminado dando pie a todo tipo de usos "innovadores". La policía de Nueva York, por ejemplo, ha recomendado usar etiquetas AirTags para recuperar coches robados. Menos positivo es su potencial para llevar a cabo actos ilícitos; el más común, la localización no autorizada de personas y vehículos. La situación es tal que Apple y Google se han propuesto crear alguna clase de estándar para evitar este tipo de usos, tanto con las AirTags como con dispositivos análogo.
Según han comunicado ambas empresas a través de un comunicado conjunto, sus ingenieros están trabajando en las especificaciones técnicas necesarias para alertar a las víctimas de seguimientos ilícitos con dispositivos de localización de objetos perdidos, independientemente de si usan un teléfono iOS o Android. No está del todo claro cómo lo harán y la documentación no estará finalizada hasta finales de 2023, pero el trabajo parece bastante avanzado. De hecho, Apple y Google están buscando la participación de terceras empresas.
Habrá que esperar para conocer la integración de esta tecnología, su retrocompatibilidad y la clase de cobertura que da a los productos de terceros. Mientras tanto, parece interesante señalar que firmas como Samsung y Tile ya "han expresado su apoyo al borrador de la especificación", que según la nota de prensa contiene "recomendaciones de prácticas e instrucciones" para aquellas empresas que deseen fabricar dispositivos compatibles.