La equiparación del IVA de las publicaciones electrónicas con el de las disponibles en formato físico se ha incorporado en el Real Decreto Ley de medidas urgentes complementarias para apoyar la economía durante la actual situación de alarma sanitaria, pero aunque surge del Consejo de Ministros que ha tenido lugar hoy, su recorrido es mucho más extenso.
La reducción del IVA para contenidos de texto en formatos digitales fue anunciada inicialmente en 2016 por el por aquel entonces ministro de Economía, Industria y Competitividad Luis de Guindos, pero hubo que esperar hasta 2018 para que fuera posible su aplicación. Fue ese año cuando los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) aprobaron la normativa que así lo hacía posible, puesto que la anterior se había quedado desactualizada y no consideraba que textos digitales e impresos tuvieran la misma consideración a efectos de IVA. El nuevo tipo para libros electrónicos llevaba flotando desde entonces a merced de los devenires de la política nacional.
El propósito visible de reducir el IVA de libros, revistas y periódicos digitales al 4 % es hacer más interesante la adquisición de este tipo de contenidos y con ello mejorar la situación económica de las empresas que los publican, cuyas economías se han visto deterioradas tanto por el continuo desplome de las ventas como por la fuga de anunciantes. Dicho esto, todavía está por ver si la reducción del impuesto implica también una bajada directamente proporcional en las tarifas que paga el lector, tanto por contenidos individuales (libros) como por los planes de suscripción.
Nota: Como señala nuestro [erick], las tiendas ya podían bajar los precios de los libros digitales muy por debajo de sus versiones en papel con el IVA aún fijado al 21 %, por lo que no está claro que el consumidor vaya a notar cambios en ese tipo de contenidos.