Esta nueva webcam llega para satisfacer un nicho de mercado exigente... y en cierto modo bastante incómodo para los fabricantes de webcams. Porque aunque ninguno de ellos lo quiera reconocer, el hecho es que los profesionales del streaming no quieren saber nada de sus modelos para streamers, prefiriendo en su lugar la típica DSLR conectada al PC, que brinda mayor calidad y más posibilidades de ajuste a costa de una menor flexibilidad y un precio elevado.
La Facecam Pro viene a competir con estas cámaras tradicionales, o como mínimo para convertirse en puente entre las webcams de buena calidad y las más caras (pero también mucho mejores) DSLR. Para ello la filial de Corsair se vale de un procesador de imagen especialmente diseñado que permite trabajar con imágenes a 3840 × 2160 con 60 FPS o 1080p a la misma velocidad, generando vídeo en H.264 y MJPEG.
Se desconoce la identidad concreta del sensor, pero todo apunta a que se trata de un Sony Starvis de 1/1,8 pulgadas, que normalmente encontraríamos en cámaras de seguridad y que se caracteriza por una gran luminosidad. Otros detalles de interés son el uso de una óptica de cristal de baja dispersión (8 elementos en total) y 18 capas antirreflejos, una distancia focal de 21 mm y una apertura de f/2.0.
Debido al ancho de banda necesario para procesar vídeo con estas características, la única posibilidad de conexión es un puerto USB 3.0. En cuanto a la instalación física, la cámara posee un pie para situarla sobre el monitor sin complicaciones, cosa que no es posible con una DSLR (no al menos cómodamente), aunque también se puede enroscar a cualquier afuste que utilice una tuerca moleteada de ancho estándar.
Ya disponible en España, su precio es de 349,99 euros.