Según la crónica oficiosa de los hechos, Google quería seguir lanzando nuevos portátiles Pixel hasta hace unos pocos meses, pero estos planes se habrían topado con los recortes de Sundar Pichai. El máximo responsable de la empresa envió un comunicado en julio en el que advertía de que algunas inversiones con riesgo de crear solapamientos podrían ser "consolidadas", todo ello al tiempo que desvían recursos "a áreas de mayor prioridad".
Todavía no está del todo claro cómo podría impactar esta decisión en el futuro de los chipsets Tensor. Este hardware ha sido diseñado inicialmente para la familia de teléfonos Pixel, pero hasta donde se conoce Google pretendía darles un uso más general con su integración en otro tipo de productos.
Así las cosas, es posible que el Pixelbook Go sea el último portátil de diseño propio lanzado por Google, aunque lo cierto es que la compañía tiende a revivir ciertas ideas y proyectos cada cierto tiempo, así que nada impide que este punto y final se convierta en un punto y seguido al cabo de unos años si así lo ameritan las circunstancias. Ahí tenemos el ejemplo de los relojes inteligentes y las tabletas, dos categorías de productos en las que supuestamente había perdido el interés y que ha recuperado.
Sea como sea, Google ha utilizado tradicionalmente la gama Pixel para fijar el nivel de rendimiento y prestaciones a sus socios, un poco igual que hace Microsoft con su familia Surface, y aunque ahora Chrome OS tiene un ecosistema muy robusto, quién sabe lo que deparará el futuro.