Bien, este presentimiento ha resultado ser acertado.
La firma de almacenamiento en la nube ha publicado un estudio de fiabilidad exclusivamente dedicado a las unidades SSD de sus servidores, que muestran una progresión de fallos muy parecida a la de los discos duros hasta el cuarto año. Es entonces cuando los discos duros tradicionales comienzan a fallar de forma mucho más acusada (3,55 % en el quinto año), mientras que las SSD, desprovistas de elementos mecánicos y con un funcionamiento 100% digital, se mantienen estables (0,92 %).
Para estandarizar los datos en medida de lo posible, Backblaze ha utilizado exclusivamente unidades de arranque.
Por supuesto, los análisis de fiabilidad de Backblaze derivan de la observación de datos en un entorno profesional y no es prudente extrapolarlas sin más a un contexto doméstico. Con todo, sus datos son reveladores y manifiestan que actualmente las unidades SSD tienen todo el sentido del mundo para servidores. Al menos desde el punto de vista de la fiabilidad, puesto que los discos duros siguen teniendo las ventajas de capacidad de almacenamiento y coste por MB.
Tasas de errores en las diferentes unidades SSD utilizadas por Backblaze.
Los datos extraídos por Backblaze se han obtenido tras cerca de cinco años de uso y en un principio parecen muy constantes, casi lo suficiente como para elaborar predicciones. Con todo, habrá que ver su evolución a más largo plazo, puesto que la memoria NAND se degrada a partir de cierto número de ciclos de escritura, y podría darse la circunstancia de que dentro de un tiempo la tasa de fallos de las unidades SSD se dispare. Este y otros aspectos, como la capacidad para ir más allá del máximo de escrituras aceptado según el fabricante de cada unidad, serán observados en futuros estudios de Backblaze.