El conocido fabricante de robots bípedos y cuadrúpedos Boston Dynamics tiene nuevo dueño. Según el periódico financiero The Korea Economic Daily, Softbank, que está haciendo todo lo posible para conseguir liquidez tras una serie de inversiones desastrosas, ha vendido este spin-off del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a la surcoreana Hyundai Motors. El valor de la operación se ha cifrado en un billón de yuanes, equivalentes a unos 760 millones de euros al cambio.
Boston Dynamics se dio a conocer a comienzos de la pasada década con el desarrollo de varios robots de alta motricidad y tecnológicamente muy por delante de cualquier otro visto hasta la fecha. En el año 2013 fue comprada por Alphabet, matriz de Google, que nunca supo muy bien qué hacer con ella y terminó vendiéndola a la japonesa Softbank.
La firma prosperó bajo su protección, pero en estos momentos Softbank está desprendiéndose de buena parte de sus propiedades en un intento por reducir deuda, recomprar sus acciones y abandonar la bolsa. Inversiones tan funestas como la realizada en la multinacional del coworking WeWork provocaron una revuelta interna que solo puede ser acallada con una recapitalización. Así las cosas, tras la venta de ARM por 40.000 millones de dólares, ahora le toca el turno a la firma estadounidense.
Hyundai Motor aprobará hoy el acuerdo en una reunión del consejo de acuerdo con las fuentes del diario económico surcoreano. El conglomerado surcoreano se presenta sobre el papel como un hogar extraordinario para Boston Dynamics, particularmente por sus capacidades a nivel de logística, puesto que son capaces de orientarse en entornos complejos e incluso organizar cajas y pales sin intervención humana. Unas características especialmente interesantes para un gran fabricante de coches como Hyundai.
Además, y esto es tal vez menos conocido, Hyundai Motor es la matriz de Hyundai Rotem, proveedor de vehículos y tecnologías para el ejército surcoreano; un campo que no le es ajeno a Boston Dynamics, puesto que sus primeros proyectos estuvieron relacionados con la creación de mulas de carga robóticas para zonas de combate y robots bípedos diseñados para probar la resistencia de trajes de protección NBQ. Unas creaciones que en su día llamaron la atención por parecer salidas de la saga Metal Gear.
