Los datos de esta nueva familia de procesadores (nada menos que la quinta evolución de su proceso de 14 nm) parecen a priori prometedores, ofreciendo de cuatro a ocho núcleos y un TDP de 45 vatios. Más notablemente, tres de ellos superan los 5 GHz cuando funcionan a su máxima velocidad, con el Core i9-10980HK pudiendo alcanzar un turbo de 5,3 GHz en dos de sus ocho núcleos bajo circunstancias concretas (Thermal Velocity Boost activado y con energía suficiente).
La gama en sí misma es bastante completa y ha sido diseñada para facilitar su overclocking, con un cTDP (Configurable TDP) de hasta 65 W y la posibilidad de subir fácilmente más de 200 MHz mediante los propios controles de gestión de temperatura de Intel. Intel señala la compatibilidad con memorias DDR4-2933.
Puesto que van dirigidos a una clientela exigente, los nuevos Comet Lake-H ofrecerán soporte nativo para pantallas secundarias, así como paneles principales compatibles con HDR1000 y refrescos de hasta 300 Hz, a pesar de que la pantalla principal debería estar principalmente gestionada por tarjetas gráficas dedicadas como las nuevas RTX Super también anunciadas hoy por Nvidia. De hecho, fabricantes como Asus y MSI ya han avanzado portátiles gaming con lo último de ambos fabricantes.
Como cabía esperar, todos los equipos dotados con los nuevos chips de Intel serán compatibles con Thunderbolt 3, USB 3.2 Gen 2 y memorias Optane. El factor forma ya dependerá de cada fabricante; habrá desde portátiles putativos que requerirán una conexión eléctrica semipermanente a otros de diseño mucho más fino, con Intel avanzando la disponibilidad de modelos de "20 mm de grosor o menos".
Según ha señalado Intel, los primeros ordenadores dotados con Comet Lake-H llegarán a mediados de este mismo mes, compitiendo de forma bastante directa con sus contrapartes Ryzen Mobile 4000, que acaban de iniciar su comercialización.