De prestaciones bien diferenciadas, los G65B y G70B (G6 y G7 en las fotografías) tienen la peculiaridad de ser monitores gaming hechos y derechos, pero con funciones Smart TV añadidas igual que si fueran un televisor Samsung. De esta forma, brindan compatibilidad con la conexión de móvil a pantalla Samsung DeX, presente en los dispositivos Galaxy, soporte para AirPlay 2 y diversas aplicaciones, incluyendo Netflix, Amazon Prime y los servicios de Microsoft 365, así como las plataformas de juego en streaming compatibles con el Samsung Gaming Hub. Finalmente, hay un micrófono para usar los asistentes de voz Bixby y Alexa.
La idea básica, se entiende, es que el propietario pueda ver su serie favorita o incluso ponerse a trabajar sin necesidad de encender el PC, aunque queda ver lo aprovechada que será esta capacidad.
Sea como sea, el Samsung Odyssey G65B se ofrecerá en tamaños de 27 y 32 pulgadas, con resolución QHD y unas prestaciones interesantes. Aunque el fabricante no señala el tipo de panel empleado, sabemos que es un monitor curvado 1000R con un refresco máximo de 240 Hz y un tiempo de respuesta G2G de 1 ms. El soporte FreeSync Premium Pro sirve de indicación de que sus picos de brillo tienen un mínimo de 400 nits.
Por su parte, la gama G70B tendrá modelos de 28 a 32 pulgadas. Su refresco es de "solo" 144 Hz, pero eso se debe en gran medida a que el panel IPS integrado, de tipo plano, brinda resolución 4K. El tiempo de respuesta de gris a gris vuelve a ser de 1 ms, como es habitual en el segmento, y tampoco faltan las pegatinas FreeSync Premium Pro y G-Sync Compatible.
Samsung por ahora no ha facilitado precios ni fechas de lanzamiento para sus últimas incorporaciones, limitándose a decir que estarán disponibles en Europa a lo largo del cuarto trimestre de este año.