Con un diseño desprovisto de notch o perforación de ninguna clase, este teléfono con pantalla de 6,5 pulgadas posee un chipset de buen rendimiento aunque no necesariamente puntero como es el Snapdragon 730, dotado con ocho núcleos y diseñado para juegos, aunque desprovisto de la potenciación gráfica adicional que exhiben los modelos G para mejorar el funcionamiento de juegos 3D complejos. Se acompaña por 6 GB de RAM.
Pantalla IPS de 6,5 pulgadas 2340x1080
Snapdragon 730
6 GB de RAM
128 GB de almacenamiento (ampliables)
Cámara trasera de 64+8+5+2 MP
Cámara delantera de 16 MP
USB-C y conector de 3,5 mm
Lector de huellas dactilares
162,9 x 76,9 x 9,6 mm, 210 gramos
Android 10
El aspecto fotográfico es uno de los más destacados. La cámara frontal posee una resolución de 16 megapíxeles y se despliega rápidamente al lanzar la aplicación de cámara, permitiendo reducir el borde superior de la pantalla. La trasera, por su parte, está formada por cuatro sensores: uno principal de 64 MP con pixel binning (16 MP efectivos, por tanto), un ultrapanorámico, un sensor macro para tomas a corta distancia y un último sensor de profundidad con el que generar efectos de desenfoque o bokeh.
La batería, por su parte, es bastante espaciosa. En total posee una capacidad de 5.000 mAh y carga rápida a 15 vatios. Proporciona al teléfono un grosor considerable que por fortuna ha podido ser utilizado para integrar un conector de 3,5 mm para auriculares. Sin embargo, no había espacio o presupuesto para la conectividad NFC, que no forma parte del teléfono.
El Motorola One Fusion+ saldrá a la venta en julio. La división española aún no ha facilitado los datos para España, pero el precio de referencia para Alemania es de 299 euros.