El atribulado gigante japonés SoftBank está dispuesto a vender las joyas de la corona para resarcir a unos inversores que reclaman una drástica reducción de deuda. Y entre todos sus activos, ARM es posiblemente el más deseado. Las últimas noticias señalan que Nvidia estaría sumamente interesada en hacerse con la firma británica de diseño de chips, pero no sería la única. Samsung también querría su parte del pastel.
Según indica el diario The Korea Times, el fabricante surcoreano intentará participar en una puja conjunta que le depararía un pequeño porcentaje de ARM, aproximadamente entre el 3 % y el 5 % de la empresa según fuentes consultadas por el rotativo. Solo sería una pequeña fracción del total, puesto que la compra en su conjunto recaería en "múltiples partes de la industria de los semiconductores, dada la compleja naturaleza de la estructura accionarial de ARM".
Rambus, Cadence y Synopsys serían otras empresas involucradas en la operación.
La operación ha sido comparada con la compra en el año 2012 del 3 % del fabricante de herramientas de producción de semiconductores ASML. Entonces Samsung decidió pagar cientos de millones de euros por hacerse con un pequeño porcentaje de la firma neerlandesa, que por aquel entonces lideraba la industria con su tecnología litográfica de luz ultravioleta extrema.
A pesar de que un pequeño porcentaje de ARM podría costar una auténtica fortuna, como en el caso de caso ASML, su entrada en la compañía como accionista minoritario podría servir para reducir el coste de las licencias. Esto no solo revertiría en un ahorro a largo plazo, sino también en una mayor competitividad.
Según señalaba Bloomberg hace apenas unos días, las conversaciones exploratorias de Nvidia se han convertido en negociaciones avanzadas y ahora el fabricante de tarjetas gráficas estaría a punto de hacerse con ARM. El problema para Nvidia sería doble: el coste de la operación sería monumental, forzando una descapitalización y/o endeudamiento considerable, y las autoridades regulatorias podrían bloquearla si consideraran que la compra de ARM daña la competencia.
La idea de un consorcio formado por múltiples empresas con porcentajes minoritarios (tal sería el caso de Samsung) podría ser más fácil de vender a las autoridades, lo cual no quiere decir que sea simple de ejecutar.
Según indica el diario The Korea Times, el fabricante surcoreano intentará participar en una puja conjunta que le depararía un pequeño porcentaje de ARM, aproximadamente entre el 3 % y el 5 % de la empresa según fuentes consultadas por el rotativo. Solo sería una pequeña fracción del total, puesto que la compra en su conjunto recaería en "múltiples partes de la industria de los semiconductores, dada la compleja naturaleza de la estructura accionarial de ARM".
Rambus, Cadence y Synopsys serían otras empresas involucradas en la operación.
La operación ha sido comparada con la compra en el año 2012 del 3 % del fabricante de herramientas de producción de semiconductores ASML. Entonces Samsung decidió pagar cientos de millones de euros por hacerse con un pequeño porcentaje de la firma neerlandesa, que por aquel entonces lideraba la industria con su tecnología litográfica de luz ultravioleta extrema.
A pesar de que un pequeño porcentaje de ARM podría costar una auténtica fortuna, como en el caso de caso ASML, su entrada en la compañía como accionista minoritario podría servir para reducir el coste de las licencias. Esto no solo revertiría en un ahorro a largo plazo, sino también en una mayor competitividad.
Según señalaba Bloomberg hace apenas unos días, las conversaciones exploratorias de Nvidia se han convertido en negociaciones avanzadas y ahora el fabricante de tarjetas gráficas estaría a punto de hacerse con ARM. El problema para Nvidia sería doble: el coste de la operación sería monumental, forzando una descapitalización y/o endeudamiento considerable, y las autoridades regulatorias podrían bloquearla si consideraran que la compra de ARM daña la competencia.
La idea de un consorcio formado por múltiples empresas con porcentajes minoritarios (tal sería el caso de Samsung) podría ser más fácil de vender a las autoridades, lo cual no quiere decir que sea simple de ejecutar.
Compre quien compre puede afectar a su competencia.