Según ha desvelado la compañía, la experiencia ganada con el diseño de procesadores para dispositivos móviles ha permitido a sus ingenieros crear una nueva generación de chips para ordenadores personales de alto rendimiento y bajo consumo que ofrecerán funciones específicas y optimizadas para macOS. Entre ellas, algunas relacionadas con características de inteligencia artificial.
En el momento de escribir este artículo Apple aún no ha desvelado hardware en sí mismo (se espera que los primeros ordenadores basados en ARM pertenezcan a la familia MacBook), limitándose en su lugar a un anuncio oficial.
Las aplicaciones existentes deberán ser adaptadas para funcionar con los nuevos procesadores, pero según Apple este proceso será rápido y sencillo. Microsoft ya está trajando en una versión de Office, mientras que Adobe ya tiene listas versiones de demostración de Lightroom y Photoshop.
Primeros equipos este año y compatibilidad con apps existentes
Según ha anunciado Apple, los primeros equipos basados en ARM llegarán a finales de este mismo año (antes incluso de lo esperado) y la migración a los nuevos diseños se extenderá a lo largo de los próximos dos años. Una vez finalizada, la gama de ordenadores de consumo habrá dicho adiós a Intel y la arquitectura x86 para adoptar procesadores ARM diseñados internamente. Mientras tanto, Apple seguirá lanzando equipos con CPU Intel.
Los desarrolladores interesados en ir adaptando sus programas al nuevo hardware deberán hacerse con el Developer Transition Kit, un Mac Mini dotado con un chipset A12Z, 16 GB de RAM y el nuevo macOS Big Sur, que ya está adaptado en proceso de adaptación para los futuros equipos ARM de Apple.
Si una aplicación no ha podido ser actualizada para funcionar de forma nativa con hardware ARM, será "traducida" en tiempo real por Rosetta 2. De forma adicional, las aplicaciones para iOS e iPadOS se ejecutarán en los Mac con procesador ARM de forma nativa y sin cambios aparentes con respecto a su aspecto móvil.
Es importante señalar que Apple habla de migrar la gama Mac en términos generales. Esto implicaría que también se verán afectados los equipos profesionales y no solo aquellos más asequibles o dirigidos al consumidor medio. Si ese es el caso, será interesante ver cómo evoluciona la gama Pro.
La migración a procesadores de diseño propio permitirá a Apple reducir su dependencia de Intel e incrementar su control sobre la cadena de suministro. También incrementar el margen de beneficios y potenciar las economías de escala, utlizando para ello las mismas fundiciones que ya fabrican los procesadores de los iPhone e iPad.