La tecnología de cámara bajo pantalla, que Xiaomi describe como de tercera generación (algo un poco sui géneris siendo aún un prototipo, dicho sea de paso) evita los evidentes problemas de visibilidad que aparecen con las cámaras perforadas (que requieren un agujero en la pantalla) y sistemas anteriores que aún dejaban entrever el sensor bajo el panel.
Según el fabricante, sus ingenieros han tenido que diseñar una nueva disposición de píxeles RGB para la pantalla, de forma que el sensor es virtualmente invisible. La luz del exterior llega al sensor de imagen a través del espacio muerto entre cada subpíxel RGB, y en cantidad suficiente como para que los algoritmos de Xiaomi puedan limpiar la fotografía o el vídeo capturado mediante un procesado especial.
Xiaomi afirma que la densidad de píxeles situados en la porción de la pantalla situada sobre la cámara es idéntica a la del resto de la superficie visible, brindando así "el mismo brillo, la misma paleta de color y la misma precisión de color". Lo que Xiaomi no aclara todavía es la resolución de la pantalla ni el brillo utilizado durante el uso de la cámara frontal.
De acuerdo con el comunicado de Xiaomi, sus primeros móviles con cámara frontal invisible llegarán "al mercado de masas" a lo largo del año que viene. Queda por ver si antes de eso presentarán algún teléfono de serie muy limitada como abanderado de sus últimas tecnologías, algo a lo que la firma ya nos tiene acostumbrados.