Bautizado como Apex 2020, este teléfono existe más allá de los renders oficiales según las declaraciones de la empresa. Algo que puede resultar llamativo a juzgar por algunos de sus avances, comenzando por el uso de una cámara frontal invisible integrada bajo una pantalla sin bordes de 6,45 pulgadas y que se extiende hasta envolver los laterales del dispositivo.
Marcas como Xiaomi y Oppo ya han anunciado teléfonos con cámaras frontales integradas en la pantalla y a estas alturas caben pocas dudas de que la industria está tratando de aparcar el notch con esta tecnología. Uno de los principales obstáculos en su camino es el hecho de que ninguna pantalla es totalmente transparente, pero según Oppo, el Apex 2020 consigue multiplicar por seis la transmisión de luz al sensor. La imagen final se termina de mejorar usando procesamiento por software.
La cámara trasera es posiblemente más notable. Un módulo de 16 megapíxeles brinda lo que Oppo describe como "zoom óptico continuo", haciendo gala de una óptica con lentes móviles que permite ajustar su nivel de acercamiento de forma física (y no por software) entre 5x y 7,5x. Asimismo, la cámara principal, de 48 megapíxeles, está estabilizada por cardán. También conocido como gimbal, este sistema ofrece una imagen libre de trepidaciones y según Oppo proporciona una mejora del 200 % en relación al clásico sensor estabilizado.
El resto de las especificaciones técnicas del Apex 2020 ya caen en las líneas generales de los buques insignia de este año, con un procesador Snapdragon 865, 12 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento, Android 10 y un módem 5G. También hay una batería con carga rápida de 60 vatios, por ahora más factible que su sistema experimental Super FlashCharge de 120 vatios.
Por el ahora el Vivo Apex 2020 es solo un teléfono conceptual y no hay previsión de que llegue como tal al mercado. No obstante, algunos de sus avances podrían ser introducidos en el catálogo del fabricante a corto y medio plazo.