El consorcio, que recibe el nombre de Inter-Transfer Alliance, se implicará en el desarrollo de una tecnología bautizada como Mobile Direct Fast Exchange gracias a la cual será posible enviar todo tipo de datos entre dos teléfonos móviles sin necesidad de recurrir a aplicaciones de mensajería o plataformas de almacenamiento en la nube.
El "abrazo" entre teléfonos se realizará mediante un emparejamiento Bluetooth convencional, pero como indica The Verge, el hecho de que se hayan marcado como meta alcanzar velocidades de hasta 20 MBbps parece indicar que la transferencia de archivos se realizará utilizando Wi-Fi.
El uso de sistemas de transferencia de datos de cliente a cliente no tiene absolutamente nada de nuevo en el ecosistema Android. El problema fundamental al que se han enfrentado es que la mayoría de ellos utilizaban aplicaciones y tecnologías propietarias de cada fabricante, por lo que solo funcionaban utilizando teléfonos de la misma marca.
Google trató de estandarizar esta situación en 2011 con el lanzamiento de Android Beam, que pasó sin pena ni gloria y de hecho será sustituido por la nueva función Fast Share integrada en Files, que debutará con el lanzamiento de Android Q. El propósito de Fast Share es simplificar la transferencia de datos en Android tal y como hizo en su día AirDrop con los dispositivos iOS.
La pregunta es por tanto obvia: ¿qué hacen Xiaomi, Oppo y Vivo invirtiendo tiempo y recursos para crear una tecnología análoga a Fast Share, que vendrá de serie en Android Q? La respuesta debería ser igualmente evidente: Fast Share utiliza los servicios de Google, por lo que su uso en China es complicado, y tampoco sería sencillo utilizarlo en Occidente si cualquiera de estas empresas se viera en el mismo trance en el que se encontró Huawei.