Este veranito le he dado a más cosas que nunca.
Luigi's Mansion: se me ha atragantado un poco, lo empecé con mucha ilusión pero el juego se me fue desinflando. Eso sí, jugarlo en cooperativo suma mucho, pero no lo consideraría uno de los "imprescindibles".
Pokémon Espada: no entiendo las críticas que recibió, esto es pokemon en estado puro (lo bueno y lo malo) pero mejor que los anteriores. He disfrutado como una enana completando la pokedex.
Dragon Quest XI derrocha calidad, pero no es para mí. No he conseguido enganchar con el juego, lo tengo aparcado sin haber llegado a las 20h, ahí se quedará, por ahora.
Doraemon Story of Seasons: lo compré desde hace tiempo, pero ya sea por Stardew Valley o por Animal Crossing lo tenía aparcadísimo, vaya fallo... y de los gordos, el bueno es este. Fue como volver a la infancia cuando machacaba mis primeros Harvest Moon, de esos juegos que no serán los mejores pero se les coge un cariño enorme.
Spiritfarer: mi juego del verano, vale cada rublo pagado por él. Una gozada de principio a fin, años llevaba sin esos lagrimones junto a una consola.
También le he estado dando al Animal Crossing y a Tetris 99 en sesiones cortas