He pasado la tarde en la otra casa, donde tengo la colección, leyendo "Bóvedas de Acero", de Isaac Asimov y jugando en la Megadrive con los juegos que me traje de Tokio.
He estado jugando con el título que cerró oficialmente la edad de oro del soft español,
Risky Woods, que me ha sorprendido muy gratamente (lo esperaba un poco peor), aunque no he podido terminarlo, a pesar de jugar varias partidas.
De todos modos, me ha dejado tan buen sabor de boca que el viernes, que volveré a subir a la otra casa, me pondré con él de nuevo y espero terminarlo en esta ocasión.
El juego que sí he terminado, porque en Master System me lo ventilaba con los ojos cerrados, es
Mercs II (Mercs en Europa), que he vencido en sus dos versiones, Arcade y Original, un modo al que curiosamente no había jugado nunca.
Poco que añadir. Aunque es muy corto, es un gran título, con una excelente jugabilidad, del que no me canso nunca.