GXY escribió:Patchanka escribió:GXY escribió:es decir, que no les das la razon a los liberalistos, pero si le das la razon a los liberalistos.
Es decir, pensar que una persona puede perder el empleo es cosa de liberales.
Vale, pues lo dejo, para que discutir más?
el problema no es "que la gente pueda perder el empleo".
el problema es todo lo que va en el paquete de ese hecho (que el que ocurran esas perdidas de empleo es inevitable, que no hay otra posible solucion o metodo, que si ocurre es culpa del despedido, etc).
Sí, a veces es inevitable.
Sí, a veces no hay otra solución (ya me dirás que pasa si la empresa quiebra, por ejemplo; supongo que querrás que el dueño de la empresa que ha quebrado le termine de pagar la hipoteca a todos sus ex-empleados...).
Y a veces es culpa del despedido (o eso también me lo vas a negar?).
GXY escribió:que el mercado laboral sea intrinsecamente inestable, es una mierda. y que de ello dependa si puedes tener una casa o si puedes perderla en menos de un año, o no, es otra mierda.
y parece que lo unico que cabe decir al respecto es que el problema "es de la gente por endeudarse por encima de sus posibilidades".
Aunque no fuera inevitable el despido de la persona, aunque hubiera otra solución, aunque no fuera culpa del despedido... eso significa que el hecho de la persona haber firmado una hipoteca sin pensar en lo que podría pasar no es ni un poquitín que sea culpa suya?
Porque vamos, ninguna de esas personas ha firmado porque el director de la sucursal les metió un arma en la cabeza.
Y como he dicho, sí, los bancos tienen una grandísima parcela de culpa por haber aceptado decenas de miles de operaciones con una evaluación de riesgo deficiente (o esa parte no la has leído?).
Y hubo mucha gente que se metió en eso que no tenía como saber los riesgos.
Pero también hubo mucha gente que sí sabía los riesgos... y eligió tirarse de cabeza.
Así que, cuando hay una persona circulando por la calle sin cinturón de seguridad, tiene un accidente y se mata... no toda la culpa será del conductor del otro coche, digo yo.