La edición digital de la revista
EDGE ha publicado hoy un artículo donde varios desarrolladores de alto nivel han descrito la diferencia de rendimiento entre PlayStation 4 y Xbox One como algo significativo.
Según estas fuentes anónimas, PlayStation 4 tiene una velocidad de lectura de memoria un 40/50% mayor que Xbox One y su unidad aritmético-lógica es alrededor de un 50% más rápida. Por ejemplo, mencionan que un desarrollo sin optimización para ninguna de las dos plataformas se ejecutaría a 30 FPS y 1920x1080 en PlayStation 4, mientras que en Xbox One funcionaría a "20 y algo FPS" y 1600x900. Según palabras de un desarrollador, "Xbox One es menos potente y es realmente difícil aprovechar las ventajas de la ESRAM".
Consciente del problema, Microsoft aumentó la velocidad de la
GPU y la
CPU de Xbox One en busca de acercar posiciones con PlayStation 4, aunque según algún desarrollador, "mejorar la velocidad de reloj no es significativo, no cambia mucho las cosas".
En Sony y Microsoft están trabajando duramente en los controladores gráficos, en este campo los de Redmond serían los que van un paso por detrás. Los
drivers de Xbox One han sido descritos como "horribles".
Donde Xbox One saca ventaja sobre PlayStation 4 es en
generación procedimiental (creación de contenido sobre la marcha) y
trazado de rayos (efectos de iluminación avanzados).
Los desarrolladores también se han visto involucrados en la lucha por el uso de Kinect o el panel táctil del DualShock, aunque no parecen muy entusiasmados. Según apunta una de las fuentes, "quieren que hagamos uso de ellos para dar a su versión una ventaja sobre la otra. Pero a menos que haya una buena razón en el diseño o un incentivo, raramente lo hacemos".
Las diferencias de rendimiento entre PlayStation 4 y Xbox One podrían hasta implicar problemas políticos entre Sony, Microsoft, editores y desarrolladores. Uno de los desarrolladores afirma que si la versión de PlayStation 4 es superior en framerate y resolución, sería mejor "castrarla" y lanzar dos versiones casi idénticas.
En su conclusión, EDGE afirma que durante la ventana de lanzamiento los juegos multiplataforma de ambas consolas apenas tendrán diferencias, pero la actualización de los controladores gráficos y el uso de la nube podrían inclinar la balanza a favor de Xbox One. No obstante, de salida PlayStation 4 tendrá un mejor rendimiento.