Lo más gracioso es que hay ejemplos a patadas en la historia reciente en que se han hecho ajustes y reducido una inflación absurda a niveles civilizados, y no hizo falta pasar por "terapias de shock", "síndromes de abstinencia" ni nada por el estilo.
Y uno de esos ejemplos fue justo allí al lado, hace sólo 30 años, todos los responsables siguen vivos y seguramente ayudarían encantados en crear un plan similar.
Pero como en este caso queremos que gane nuestro modelo aberrante de economía, pues nos da igual que la gente esté muriéndose de hambre, que no pueda pagar sus medicinas... Total, es sólo un "síndrome de abstinencia", porque sabemos lo que es mejor para la gente.
Incluso justificamos que el mismo presidente que está cortando servicios sociales a mansalva quiera aumentar el presupuesto en defensa en un par de cientos de millones de dólares.
Y si hiciera falta matar mitad de la población argentina para que eso funcionara, no os parecería mal. Porque lo que queréis no es lo mejor para los argentinos, queréis ganar vuestra guerra cultural.