Ferrari: Dirección más rápida, pero menos precisa. Mayor estabilidad en la frenada. Subvirador a la entrada, pero sobrevirador a la salida de las curvas.
BMW: Dirección más lenta, pero más precisa. Menor estabilidad en las frenadas, pero mucho más ágil a la entrada, menos subvirador y más neutro a la salida de las curvas.
Supongo que con reglajes se podrá llegar a un punto de encuentro entre los dos, pero mi conducción se adapta más a la del BMW, con el Ferrari no soy lo suficientemente rápido, aunque he probado bastante menos.