zeoroh escribió:Storpek escribió:La soberbia es muy mala, no creo que sea tan difícil de entender que hay sentimientos que van más allá de los títulos, que se sustancian en otras cuestiones.
Pero vamos cuestión de gustos, cada uno que elija en función de sus preferencias.
El objetivo de cualquier deporte competitivo es ser mejor que el rival, lograr objetivos y culminar con títulos.
Cuando equipos ascienden no lo celebran,no? El del Rayo que pone eso no quiere que su equipo ascienda, verdad? No daría lo que fuera por ver a su equipo ganar una copa del rey o una liga, no? Venga, no seamos demagogos.
Se consuelan de esa forma, porque es la única forma que tienen.
Cuando eres de un equipo SAD, difícilmente puedes librarte de que el club caiga en malas manos, a raíz de eso llegan las leyes concursales y las cada vez más reales amenazas de desaparición, llegados a ese punto te puedo asegurar, por experiencia propia, que lo único en lo que piensas es en que el club siga con vida.
Evidentemente se celebran ascensos, sobretodo si es para salir de una categoría como la segunda B, que ya puedes hacer una temporada de escándalo, que como tengas un mal día en el Play-off se tira por tierra todo el año de trabajo.
Yo no voy a ponerme a darle lecciones de moral a nadie, puesto que la elección de un equipo nace de uno mismo, pero las formas de disfrutar el fútbol son bastante diversas, desde el que disfruta viendo un partido por la tele, por arenavision, con una camiseta de Aliexpress, como el que lo escuche por la radio, vaya al estadio, disfrute del ambiente previo y de todo lo que le rodea, al final el fútbol es un hobby y cada uno debe disfrutarlo de manera que mejor crea.
A mí me dan a elegir entre 1 liga y 20 años en segunda B, o ningún título y 30 años en segunda, y firmo lo segundo con los ojos cerrados, solo quiero ver a mi equipo una jornada más, sea contra el Sporting o Valladolid como las dos últimas jornadas, o con el Jumilla, La Roda y el Caravaca.
Podría haber elegido ser de cualquier equipo, que de hecho no lo soy ni por tradición familiar, evidentemente por títulos y tranquilidad no lo elegí, simplemente surgió en mí ese sentimiento