Yo nunca entendí por qué en el mundo del deporte existe ese halo de sentimientos y dedicación que en ningún otro ámbito profesional existe.
Son jugadores profesionales, y juegan por dinero, como nosotros lo hacemos en nuestro trabajo. Me repugna que se tache de pesetera a la gente cuando otro cualquiera abandonaría su puesto de trabajo por tener mejores condiciones.
Si yo, que soy bético, me ofrece el Sevilla el doble de mi sueldo y un mejor futuro profesional, me iría de cabeza, y no por eso dejaré de ser bético, porque soy un jugador profesional y lo primero soy yo.
Mi apoyo a los jugadores del Racing y de todos los clubes de España que llevan meses sin cobrar y encima tienen que aguantar como unos forofos hipócritas les llaman mercenarios.