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opuk escribió:Orígenes. La película está bien, hasta que llega el final y... parece uno de esos cortes publicitarios que hacen cuando faltan dos minutos de película pero sin volver Pero bueno, en cualquier caso la recomiendo, la escena post-créditos maquilla un poco el final pero tampoco demasiado.
dark_hunter escribió:Kingsman, todavía no la había visto. En su género pocas cosas mejores he visto y dudo que vuelva a ver hasta dentro de muchos años, acción sin parar que te mantiene pegado a la tele las 2 horas que dura.
9/10.
dark_hunter escribió:Kingsman, todavía no la había visto. En su género pocas cosas mejores he visto y dudo que vuelva a ver hasta dentro de muchos años, acción sin parar que te mantiene pegado a la tele las 2 horas que dura.
9/10.
fshtravis escribió:Nuestra hermana pequeña
Aquí dejo mi crítica/homenaje a este director, que para mí es uno de los mejores del mundo en la actualidad. Un poeta irresistible y el heredero del maestro Ozu.
Hirokazu Koreeda se ha ganado el honor de ocupar esa lista donde se encuentran los grandes directores de la actualidad. En una época en la que parece que solo tocan el cielo trabajos estrictamente comerciales y que provienen, en su mayor parte, de los estudios de Hollywood, hay algunas personas que continúan en su empeño de hacer un cine personal y que levante sentimientos, aunque para algunos “no ocurra nada en pantalla”. Lamentablemente, ese cine que gozó de gran reconocimiento hace 50 años en todos los lugares, ahora queda relegado a un segundo plano; es decir, a los Festivales de Cine. Aquellos que, si no te molestas en leer, no te das cuenta que se celebran año tras año. Y eso le pasa a Koreeda, fijo de Cannes y San Sebastián, lugares que no han dudado en valorar muy positivamente su carrera, ya sea mediante premios o críticas espectaculares. Al menos puede dar gracias de ser conocido y admirado entre la cinefilia ahora que se encuentra activo y no como le pasó al maestro Ozu, tristemente alabado años después de su muerte. Porque aunque las comparaciones sean odiosas, el alma cinematográfica de Yasujiro sigue vivo gracias a este realizador nipón, que trabajo tras trabajo no se cansa de hacer un análisis profundo de la familia de manera conmovedora y poética.
La filmografía de Hirokazu ha tocado prácticamente casi todas las ramas de los conflictos que se pueden dan dentro de los núcleos familiares. En Nadie sabe, retrató una historia sobre unos niños -hermanos entre sí pero de diferentes padres- que tienen que vivir sin la figura maternal, la cual desaparece durante largos periodos de tiempos. Koreeda nos hablaba de ese paso precipitado del mundo infantil hacia la adolescencia, donde uno debe dejar atrás los sueños que tiene de pequeño y afrontar la cruda realidad. Cuatro años más tarde nos regaló una maravilla llamada Still Walking. Con esta obra con sabor a Ozu 100%, el japonés hacía un análisis de la familia directamente, componente por componente. Podría haber sido una grandísima segunda parte de Cuentos de Tokio de no haber tenido esta última un triste pero necesario final. Los hijos, ya independizados y con una familia propia, vuelven a casa de sus padres para pasar un tiempo con ellos. Los rencores, las cuentas pendientes, las promesas incumplidas y lo que pudo haber sido pero no fue salen a escena con el fin de dinamitar la que iba a ser una bonita quedada. Más tarde se alejó un poco, pero no tanto, para traernos una preciosa poesía visual: Air Doll (Muñeca de aire). ¿Quién no se conmovió al ver la historia de una muñeca de aire que se vuelve persona y empieza a comprobar poco a poco que el mundo real de belleza solo tiene la superficie? Una especia de vuelta de tuerca a lo que hizo en Nadie sabe. Pero para entender lo que significa tener un hijo, Koreeda decidió rodar De tal padre, tal hijo. ¿Cómo te sentirías cuando descubres que tu hijo en realidad no es tu hijo? Nos viene a decir que no importan las cuestiones de sangre, sino el cariño y comprensión, para formar una familia y decidir cuáles son nuestros más allegados. Koreeda dijo una vez que cada película suya habla sobre una etapa de la vida y no hay nada mejor que esas palabras para resumir su filmografía.
Nuestra hermana pequeña vuelve a centrar su protagonismo en tres hermanas que viven en la casa que heredaron de su abuela en Kamakura, ciudad por cierto donde Ozu situó a sus personajes en varias de sus películas y donde él mismo murió. El padre las abandonó hace 15 años por otra mujer y la madre, en cierta medida, hizo lo mismo al no poder llevar las riendas de la familia. De este modo, la idea de Nadie sabe vuelve otra vez a estar muy presente. La diferencia es que aquí, Sachi, Yoshino y Chika son ya tres mujeres con sus respectivos trabajos y novios. Un día, reciben la noticia de que su padre ha muerto, por lo que asistirán al funeral que se va a celebrar lejos de su casa. Es allí donde conocen a la que sería su hermana pequeña, esa que fue el motivo de la ruptura de su familia. Pero las tres jóvenes comprenden que ella no tiene la culpa de nada, así que deciden que se venga a vivir con ellas a Kamakura.
Quizá sea la película más alegre y optimista que haya hecho Koreeda en lo que va de carrera, aunque mantiene esas complicaciones persistentes en las situaciones familiares. A diferencia de sus anteriores trabajos que, o bien los protagonistas mantienen conflictos internos o es el mundo exterior el que les pone trabas, en Nuestra hermana pequeña nos encontramos con un trabajo adorable, lleno de bromas, risas y momentos compartidos. Porque los problemas aparentes que surgen de golpe, como los conflictos amorosos de las hermanas, no logran anteponerse a las secuencias cálidas donde las tres ayudan y muestran su apoyo a la nueva integrante de la familia. Una visión optimista muy presente en el cine japonés y que ya habíamos visto con anterioridad en Koreeda, pero no de una forma tan explícita como hasta ahora. Y aquí es donde radica la belleza -y no cursilería como algunos han criticado- de un film que se inicia con la muerte pero que en cada minuto que pasa se va llenando de vida.
La naturalidad está muy presente en su cine y justamente es algo que debemos tener muy en cuenta cuando nos sentamos a ver una película suya. Por eso, no se hacen entendibles las voces que saltan contra la endeble -o poca focalización- en la trama central de la película. Justamente, y como es habitual, el director deja el mando de la navegación a la espontaneidad de los sucesos, llenando el relato de pequeñas situaciones esporádicas como la recolección de cerezos -sinónimo de vida-, comidas o paseos. Pequeños detalles que no hacen sino confirmar esa evolución en el lenguaje de Koreeda para demostrarnos que a partir de la sencillez del desarrollo de la trama se pueden contar cosas muy profundas como criar a una niña de apenas 13 años. Una etapa que las tres hermanas sufrieron por los abandonos de sus padres pero que no quieren que lo sufra su hermana pequeña, la cual es la que lleva el mayor peso de la película. La actuación de la hermana más mayor nos hace recordar indudablemente en primer lugar a ese personaje inmortal como es Noriko (interpretado por Setsuko Hara) en Cuentos de Tokio o Primavera tardía, que, recordemos, es capaz de dejar a un lado su vida sentimental para cuidar de sus padres o suegros. Un acto tan admirable como conmovedor al saber que el tren que podía coger (irse a Boston con su novio) probablemente no volverá nunca. Y en segundo lugar a Otoño tardío, pues la protagonista rechaza casarse una y otra vez hasta que su madre viuda consiga rehacer su vida.
De esta manera, con Nuestra hermana pequeña, nos habla de la libertad de elección, de la seguridad con la que hay que tomar las decisiones más importantes de la vida y de la fortaleza y protección que te dan los familiares y, sobre todo, los amigos. También de los diferentes que somos los seres humanos, como podemos ver con las tres hermanas, que llevan estilos de vida muy distintos, pero que luego son capaces de llegar a acuerdos y estar unidas, a pesar de las diferencias y las continuas peleas típicas, para elegir qué es lo mejor para sus vidas. Porque, y siguiendo al maestro Ozu, Nuestra hermana pequeña es una película de mujeres. No necesitan de ningún hombre para salir adelante a pesar de las insistencias de la tía o la madre por que la mayor se case lo más rápido posible.
Puede que tenga demasiados frentes abiertos, debido en parte a que el número de personajes es claramente superior al de sus trabajos anteriores, pero más bien verlo como un defecto, podríamos verlo como una virtud al ser precisamente los personajes secundarios los que traigan la parte amarga de la historia. Sin embargo, más que dar sensación de quedar incompletas o poco trabajadas, dan realismo a la cotidianidad al mostrar el lado más egoísta del ser humano. Lo único que le podemos reprochar a Koreeda es que al final las cuatro no tienen la misma proporción en pantalla, siendo la más pequeña y la mayor la que atraigan todo el interés del relato. Pero no es sino un precio a pagar para ver una maravilla que se acentúa con una banda sonora y una fotografía sobresaliente que da vida a la naturaleza, el amor principal de los japoneses.
Hirokazu Koreedaes único a la hora de describir sensaciones y sentimientos; es un poeta de los que ya no quedan. La mayor alabanza que podríamos darle es aquella que el siempre genial Oti Rodríguez Marchante escribió cuando tuvo que hacer la crítica de Nuestra hermana pequeña: “Kore-eda solo hace dos tipos de películas, o buenas o buenísimas, y ésta prodigiosa miniatura de sentimientos personales y familiares es claramente de las segundas“. Juzguen ustedes.
8/10
dark_hunter escribió:Es lo que tiene sacar un spin off de Battle Royale. Te compadezco, las pelis son incluso peores que los libros. Al menos la primera, que es la única que aguanté (lo que hace el amor).
Neo Cortex escribió:Acabo de ver Torok, El Troll (1986), una película sobre una familia formada por un padre y su esposa:
Que tienen dos hijos, un chaval y una niña; más concretamente, la niña de las estrellas de la Serie V:
Por si no lo habéis notado, a juzgar por el gorro que lleva el padre, resulta evidente que es seguidor del Real Betis Balompié:
Bueno, pues resulta que "el bético" se llama Harry Potter, y su hijo es Harry Potter Jr.
En el inmueble vive una bruja que se hace amiga de Harry Potter Jr. y se ofrece a ayudarle a derrotar a un troll malo malísimo:
Ah, sí, ¿la película? UN TRUÑO
Como curiosidad, el hecho de que el hijo se llame Harry Potter y que conozca a una bruja.
¿Estaríamos ante el origen inspirador del personaje creado por J. K. Rowling 11 años después?
dark_hunter escribió:fshtravis escribió:Nuestra hermana pequeña
Aquí dejo mi crítica/homenaje a este director, que para mí es uno de los mejores del mundo en la actualidad. Un poeta irresistible y el heredero del maestro Ozu.
Hirokazu Koreeda se ha ganado el honor de ocupar esa lista donde se encuentran los grandes directores de la actualidad. En una época en la que parece que solo tocan el cielo trabajos estrictamente comerciales y que provienen, en su mayor parte, de los estudios de Hollywood, hay algunas personas que continúan en su empeño de hacer un cine personal y que levante sentimientos, aunque para algunos “no ocurra nada en pantalla”. Lamentablemente, ese cine que gozó de gran reconocimiento hace 50 años en todos los lugares, ahora queda relegado a un segundo plano; es decir, a los Festivales de Cine. Aquellos que, si no te molestas en leer, no te das cuenta que se celebran año tras año. Y eso le pasa a Koreeda, fijo de Cannes y San Sebastián, lugares que no han dudado en valorar muy positivamente su carrera, ya sea mediante premios o críticas espectaculares. Al menos puede dar gracias de ser conocido y admirado entre la cinefilia ahora que se encuentra activo y no como le pasó al maestro Ozu, tristemente alabado años después de su muerte. Porque aunque las comparaciones sean odiosas, el alma cinematográfica de Yasujiro sigue vivo gracias a este realizador nipón, que trabajo tras trabajo no se cansa de hacer un análisis profundo de la familia de manera conmovedora y poética.
La filmografía de Hirokazu ha tocado prácticamente casi todas las ramas de los conflictos que se pueden dan dentro de los núcleos familiares. En Nadie sabe, retrató una historia sobre unos niños -hermanos entre sí pero de diferentes padres- que tienen que vivir sin la figura maternal, la cual desaparece durante largos periodos de tiempos. Koreeda nos hablaba de ese paso precipitado del mundo infantil hacia la adolescencia, donde uno debe dejar atrás los sueños que tiene de pequeño y afrontar la cruda realidad. Cuatro años más tarde nos regaló una maravilla llamada Still Walking. Con esta obra con sabor a Ozu 100%, el japonés hacía un análisis de la familia directamente, componente por componente. Podría haber sido una grandísima segunda parte de Cuentos de Tokio de no haber tenido esta última un triste pero necesario final. Los hijos, ya independizados y con una familia propia, vuelven a casa de sus padres para pasar un tiempo con ellos. Los rencores, las cuentas pendientes, las promesas incumplidas y lo que pudo haber sido pero no fue salen a escena con el fin de dinamitar la que iba a ser una bonita quedada. Más tarde se alejó un poco, pero no tanto, para traernos una preciosa poesía visual: Air Doll (Muñeca de aire). ¿Quién no se conmovió al ver la historia de una muñeca de aire que se vuelve persona y empieza a comprobar poco a poco que el mundo real de belleza solo tiene la superficie? Una especia de vuelta de tuerca a lo que hizo en Nadie sabe. Pero para entender lo que significa tener un hijo, Koreeda decidió rodar De tal padre, tal hijo. ¿Cómo te sentirías cuando descubres que tu hijo en realidad no es tu hijo? Nos viene a decir que no importan las cuestiones de sangre, sino el cariño y comprensión, para formar una familia y decidir cuáles son nuestros más allegados. Koreeda dijo una vez que cada película suya habla sobre una etapa de la vida y no hay nada mejor que esas palabras para resumir su filmografía.
Nuestra hermana pequeña vuelve a centrar su protagonismo en tres hermanas que viven en la casa que heredaron de su abuela en Kamakura, ciudad por cierto donde Ozu situó a sus personajes en varias de sus películas y donde él mismo murió. El padre las abandonó hace 15 años por otra mujer y la madre, en cierta medida, hizo lo mismo al no poder llevar las riendas de la familia. De este modo, la idea de Nadie sabe vuelve otra vez a estar muy presente. La diferencia es que aquí, Sachi, Yoshino y Chika son ya tres mujeres con sus respectivos trabajos y novios. Un día, reciben la noticia de que su padre ha muerto, por lo que asistirán al funeral que se va a celebrar lejos de su casa. Es allí donde conocen a la que sería su hermana pequeña, esa que fue el motivo de la ruptura de su familia. Pero las tres jóvenes comprenden que ella no tiene la culpa de nada, así que deciden que se venga a vivir con ellas a Kamakura.
Quizá sea la película más alegre y optimista que haya hecho Koreeda en lo que va de carrera, aunque mantiene esas complicaciones persistentes en las situaciones familiares. A diferencia de sus anteriores trabajos que, o bien los protagonistas mantienen conflictos internos o es el mundo exterior el que les pone trabas, en Nuestra hermana pequeña nos encontramos con un trabajo adorable, lleno de bromas, risas y momentos compartidos. Porque los problemas aparentes que surgen de golpe, como los conflictos amorosos de las hermanas, no logran anteponerse a las secuencias cálidas donde las tres ayudan y muestran su apoyo a la nueva integrante de la familia. Una visión optimista muy presente en el cine japonés y que ya habíamos visto con anterioridad en Koreeda, pero no de una forma tan explícita como hasta ahora. Y aquí es donde radica la belleza -y no cursilería como algunos han criticado- de un film que se inicia con la muerte pero que en cada minuto que pasa se va llenando de vida.
La naturalidad está muy presente en su cine y justamente es algo que debemos tener muy en cuenta cuando nos sentamos a ver una película suya. Por eso, no se hacen entendibles las voces que saltan contra la endeble -o poca focalización- en la trama central de la película. Justamente, y como es habitual, el director deja el mando de la navegación a la espontaneidad de los sucesos, llenando el relato de pequeñas situaciones esporádicas como la recolección de cerezos -sinónimo de vida-, comidas o paseos. Pequeños detalles que no hacen sino confirmar esa evolución en el lenguaje de Koreeda para demostrarnos que a partir de la sencillez del desarrollo de la trama se pueden contar cosas muy profundas como criar a una niña de apenas 13 años. Una etapa que las tres hermanas sufrieron por los abandonos de sus padres pero que no quieren que lo sufra su hermana pequeña, la cual es la que lleva el mayor peso de la película. La actuación de la hermana más mayor nos hace recordar indudablemente en primer lugar a ese personaje inmortal como es Noriko (interpretado por Setsuko Hara) en Cuentos de Tokio o Primavera tardía, que, recordemos, es capaz de dejar a un lado su vida sentimental para cuidar de sus padres o suegros. Un acto tan admirable como conmovedor al saber que el tren que podía coger (irse a Boston con su novio) probablemente no volverá nunca. Y en segundo lugar a Otoño tardío, pues la protagonista rechaza casarse una y otra vez hasta que su madre viuda consiga rehacer su vida.
De esta manera, con Nuestra hermana pequeña, nos habla de la libertad de elección, de la seguridad con la que hay que tomar las decisiones más importantes de la vida y de la fortaleza y protección que te dan los familiares y, sobre todo, los amigos. También de los diferentes que somos los seres humanos, como podemos ver con las tres hermanas, que llevan estilos de vida muy distintos, pero que luego son capaces de llegar a acuerdos y estar unidas, a pesar de las diferencias y las continuas peleas típicas, para elegir qué es lo mejor para sus vidas. Porque, y siguiendo al maestro Ozu, Nuestra hermana pequeña es una película de mujeres. No necesitan de ningún hombre para salir adelante a pesar de las insistencias de la tía o la madre por que la mayor se case lo más rápido posible.
Puede que tenga demasiados frentes abiertos, debido en parte a que el número de personajes es claramente superior al de sus trabajos anteriores, pero más bien verlo como un defecto, podríamos verlo como una virtud al ser precisamente los personajes secundarios los que traigan la parte amarga de la historia. Sin embargo, más que dar sensación de quedar incompletas o poco trabajadas, dan realismo a la cotidianidad al mostrar el lado más egoísta del ser humano. Lo único que le podemos reprochar a Koreeda es que al final las cuatro no tienen la misma proporción en pantalla, siendo la más pequeña y la mayor la que atraigan todo el interés del relato. Pero no es sino un precio a pagar para ver una maravilla que se acentúa con una banda sonora y una fotografía sobresaliente que da vida a la naturaleza, el amor principal de los japoneses.
Hirokazu Koreedaes único a la hora de describir sensaciones y sentimientos; es un poeta de los que ya no quedan. La mayor alabanza que podríamos darle es aquella que el siempre genial Oti Rodríguez Marchante escribió cuando tuvo que hacer la crítica de Nuestra hermana pequeña: “Kore-eda solo hace dos tipos de películas, o buenas o buenísimas, y ésta prodigiosa miniatura de sentimientos personales y familiares es claramente de las segundas“. Juzguen ustedes.
8/10
Me la miraré, en su día me vi la de Aruitemo, Aruitemo (Still Walking creo que es, caminando caminando en español) y me gustó mucho.
t0n3 escribió:El vuelo de los dragones "The flight of dragons"
http://www.filmaffinity.com/es/film529486.html
https://es.wikipedia.org/wiki/El_vuelo_de_los_dragones
Una delicia que se creó en 1982, que me ha hecho remontarme a mi niñez y volver a recordar los sentimientos que tuve tras verla cuando era un crío.
Para los que estamos en la franja de los 30/40 sabrán de lo que hablo si la vieron en su momento. Un película muy poco conocida y reconocida, la cual recordaba con mucho cariño y que tras verla de nuevo a mis 35 palos, junto a mi sobrino de 11, no me he defraudado para nada.
La banda sonora es una maravilla y la peli rebosa esa magia y ese cuidado de esas pelis de la época.
kikon69 escribió:
Carlitos y Snoopy
La peor peli de animación que he visto en mucho tiempo, que no es poco, teniendo en cuenta que tengo una hija de tres años.
Aburridísima.
Valoración: 03/10.
ciberionz escribió:t0n3 escribió:El vuelo de los dragones "The flight of dragons"
http://www.filmaffinity.com/es/film529486.html
https://es.wikipedia.org/wiki/El_vuelo_de_los_dragones
Una delicia que se creó en 1982, que me ha hecho remontarme a mi niñez y volver a recordar los sentimientos que tuve tras verla cuando era un crío.
Para los que estamos en la franja de los 30/40 sabrán de lo que hablo si la vieron en su momento. Un película muy poco conocida y reconocida, la cual recordaba con mucho cariño y que tras verla de nuevo a mis 35 palos, junto a mi sobrino de 11, no me he defraudado para nada.
La banda sonora es una maravilla y la peli rebosa esa magia y ese cuidado de esas pelis de la época.
Ostras, cuántos recuerdos me trae esta peli! La cantidad de veces que la vi, un clásico del cine de animación. La buscaré para verla de nuevo.
"Todo es pólvora mojada en este brillante petardo. Da el pego y puede pasar por un film importante si no se aprecia su irreverencia y su barullo (...) Montaje mareante, ensordecedor y despótico de imágenes vacías e insinceras"
Baute escribió:Una de las películas de mi infancia. Es muy muy buena! De hecho yo la tengo con doblaje castellano y español neutro puesto que esta película no se dobló en castellano hasta hace relativamente poco con su salida en dvd y yo siempre la recordaba con las voces en neutro.
Es una historia muy bonita para ponérsela a los niños. Tiene valores y la banda sonora como ya han dicho es muy buena.
Chapeau por los clásicos.
Aquí os pongo otro que me sigue encantando con los chavales y las historias del abuelo:
Una película española!
El desván de la fantasía
todo el tema de supuestamente muerto, se vuelve malo, en el fondo no y en su equipo son un huevo de gente, que no va solo vaya
alexespi escribió:Me ha dado por ver peliculas de animación de DC (Warner), a saber:
Batman Mala Sangre: Me ha gustado bastante en ciertos aspectos me ha recordado a Arrow7/10todo el tema de supuestamente muerto, se vuelve malo, en el fondo no y en su equipo son un huevo de gente, que no va solo vaya
Batman Unlimited: Animal Instincts. Esta tiene un dibujo totalmente opuesto, mucho mas "infantil" y básico. Me ha gustado ver a otros personajes del universo DC pasear por aqui y que sea una "mini" jla. 6/10
alexespi escribió:@k_nelon de las de batman si (aunque practicamente me acuerdo entre poco y nada) las que tengo por ver aún son las de la trama de la jla (doom, flashpoint, war ....) En cine DC no serán los mejores pero en animación ganan por paliza a Marvel.
Al final de la primera película, cuando ya tiene al villano principal controlado en el suelo, le retuerce la pierna hasta partírsela, para luego darle un puñetazo tras otro en la cara hasta dejársela hecha un cromo, tan mal se la deja que no lo reconoce ni su madre . Y al Joker le clava un batarang en el ojo
Neo Cortex escribió:@kikon69
Buff, yo es que al Adam Sandler no lo aguanto; da igual la película en la que trabaje o el papel que interprete.
De hecho, hay películas que si él no fuera el protagonista, seguro que las veía; pero es verlo y notar arcadas.