Dune (1984, Lynch)La Dune de Frank Herbert fue en los años 60 una de esas novelas que se convierten en clásico instantáneo. Yo he de reconocer que nunca fui capaz de acabar el libro, me resultaba poco estimulante. Pero para mucha gente sí es una gran novela y lo que sí puedo reconocer es que ha influido posteriormente en otras obras (literarias, audiovisuales...) que sí me gustan mucho y que para mi gusto construyen mejores productos reutilizando conceptos y elementos sueltos de Dune.
Como suele pasar con este tipo de novelas de culto, se pusieron en marcha multitud de intentos de adaptación al cine que fueron infructuosos por las altas pretensiones del proyecto. Poco después de la publicación de la novela se intentó con David Lean. A mediados de los setenta se intentó con Jodorowsky llegando algo más lejos y dejando ya un trabajo de pre-producción interesante en cuanto a diseño visual por parte de los ya iconográficos artistas HR Giger, Chris Foss y Jean Giroud a.k.a Moebius (equipo que luego recicló Ridley Scott para diseñar Alien). Debo reconocer que me habría gustado ver ese Dune que pretendía reunir a Salvador Dalí como el Emperador, a Orson Welles como Baron Harkonnen o a Mick Jagger como Feyd-Rautha. Pero los excesos de Jodorowsky eran demasiado para el productor Dino de Laurentiis que lo sustituyó por Ridley Scott a finales de los 70, quien acabó renunciando. Y así, a principios de los 80, llega a manos de un joven Lynch que, pese a tener solo dos películas en su carrera, estaba en boga por El hombre elefante.
Es curioso porque, aunque no se suela rodar en orden cronológico sino por conveniencia logística, da la sensación de que este film se va yendo de las manos conforme avanza el metraje. No es que el comienzo este muy bien, pero digamos que la primera hora y media está más o menos aceptablemente contada. Pero a partir de ahí empiezan elipsis enormes donde un narrador explica "Entre esta escena y esta otra sucedieron las siguientes cosas...". Además, en lo visual también se nota como una cierta desgana del realizador, como si lo hubiese rodado al final ya sin ninguna motivación, en ese último tercio hay escenas realmente mal filmadas, mal producidas y aún peor montadas. Y se llega al desenlace de una manera atropellada, con cortes exagerados donde se nota que ahí faltan escenas, dejando sin explicar el destino de varios personajes.
Lo peor es que la versión extendida que añade casi una hora más de metraje, no soluciona ninguno de estos problemas. La mayor parte del añadido es donde no hace falta. Todo lo que queda mal explicado y sin desarrollo alguno en el último tercio, sigue exactamente igual. Me hace gracia que hagas una versión extendida de 3 horazas y tengas los santísimos de poner a un narrador en off a decir "Fulanito y Fulanita se enamoraron". Macho, enséñalo, que tienes 3 horas de metraje para meter una mísera escena donde eso se demuestre en vez de explicarlo con voz en off. La buena noticia es que hay una tercera versión, que es un montaje hecho por fans (tócate los...), que reorganiza un poco todo y añade escenas eliminadas esenciales para que el desenlace tenga sentido.
Lo que no arregla ese montaje hecho por fans es el problemón que tiene esta película con el exceso de voz en off. En cine y en la narrativa en general existe la máxima de la mímesis, esto es; "no seas explicativo, se demostrativo". Cuando una obra peca de ser excesivamente enunciativa, declamativa, es un signo de poco talento a la hora de diseñar escenas que demuestren lo que quieres que el lector/espectador infiera del personaje o de la situación sin necesidad de recitarlo. El caso más habitual es la típica escena donde alguien lee el curriculum del héroe/antihéroe para que sepamos cómo es. Lo ideal sería que fuese el personaje quien con sus actos demostrase todo eso. En esta película sucede algo que no he visto en ninguna otra jamás; no solo todos los personajes tienen voz en off sino que casi todas sus líneas son en off y encima para explicar lo que están experimentando. Por ejemplo, en vez de meter un plano donde el actor interprete que está preocupado o tenga un breve diálogo donde por su actitud se infiera que está sometido a un estado de ansiedad, se mete un plano donde el actor está con cara de póker y por encima se escucha su voz en off diciendo "Esto me preocupa". Sí, tan ridículo como suena. No me digas lo que está pensando o sintiendo, demuéstramelo, que en eso consiste interpretar.
La verdad es que el reparto no está nada bien, algunos se pasan (como Kenneth McMillan haciendo de barón Harkkonen) y la mayoría no llegan (como el protagonista Kyle McLachlan). Algo mejor están, aunque con luces y sombras, el diseño de producción y los efectos visuales. En esto último tenemos momentos muy buenos, como alguno protagonizado por gusanos, y otros que dan mucha grimita, como la horrenda implementación de los escudos protectores. En general, la primera hora y media de película (que coincide con el momento de la historia en el que decide pegar el corte Villeneuve en su nueva versión), se podría considerar aceptable si vas con la mente abierta. De hecho, la revisioné tras ver la nueva de 2021 y la sensación no era tan mala como la recordaba cuando la vi hace 20 años, que me pareció infumable. Era una sensación parecida a verse el Batman de Nolan y luego verse el Batman de Burton, el choque es básicamente estético, la inevitable evolución estilística entre varias décadas. El problema vino cuando a partir de cierto punto la película se fue convirtiendo en un despropósito indefendible. Resumiendo: en ninguna de las versiones será nunca una buena película porque todas tienen los mismos defectos formales, pero al menos en el montaje de los fans encontrareis una película sin tantos agujeros.
Nota:
Versión Cines: 3
Versión Extendida: 2
Versión de los Fans: 5