Decepcionante. No he leído el libro pero si bien la primera hora y media está razonablemente bien, el final echa por el suelo todos los esfuerzos anteriores. No cuenta nada que no hayamos visto antes en montones de ocasiones, desde Las Sandalias del Pescador a dramatizaciones de Los Borgia pasando por las memeces de un Dan Brown en Ángeles y Demonios, por citar algunas de las más conocidas representaciones de un Cónclave de elección papal, con sus imágenes pintorescas de ritos y tradiciones, pero en esta ocasión se plasma muy bien el tema de la reclusión, las estancias de aislamiento, etc etc,. y además plantea un tema interesante en la lucha entre la facción progresista y la facción retrógrada, con sus habituales reuniones secretas, sus chanchullos escondidos, que si Papa africano, italiano, norteamericano,... todo ello servido con buenos intérpretes. Hasta ahí nada que objetar.
El problema viene con el tramo final, porque como si pensaran que lo visto no es suficiente, hay que dar siempre una vuelta de tuerca más y es entonces cuando vienen los problemas. No es ya porque resulte bastante superficial e incluso banal, que lo es, careciendo de las sutilezas necesarias ( absurda esa imagen del aire entrando por las ventanas cual Espíritu Santo imbuyendo de sabiduría celestial a los electores ), es que dejando de lado que se adivina el desenlace de las votaciones desde el minuto uno ( de nuevo la pistola de Chéjov ejecutada con precisión militar ) tiene un WTF final que no se si hace reír o llorar; probablemente ambas cosas. Los que no simpaticen con el woke, mantengan prudencial distancia. Los que sí, también, porque flaco servicio les hace. Y los que tengan un poco de cultura sobre asuntos eclesiásticos, atiendan a aquel antiguo ritual a cargo del diácono denominado:
SPOILER de un solo término
que vimos ejecutar en pantalla sobre el pobre Jeremy Irons cuando interpretó a Alejandro VI y ahora entenderán su utilidad
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