He acabado el segundo libro de La cartuja de Parma y, en conjunto, me ha parecido pesadísimo y carente de interés.
La edición que tengo consta de dos tomos (de 242 y 259 páginas respectivamente), pero lo que se relata bien podría haberse contado perfectamente en un único libro; de hecho, la novela podría definirse con una frase extraída de la propia obra: "(...) es la vida de un burro de noria que anda mucho y no adelanta nada."
Muchos amoríos, muchas duquesas, muchas venganzas, muchas condesas, muchas traiciones y muchos sufrimientos, pero contados de una forma plana y tediosa. La sensación que tengo es que esos mismos ingredientes podían dar como resultado un plato bastante más interesante; o como suele decirse: "estos mimbres permitían hacer mejores cestos".
Por cierto, vaya dos nombres curiosos que aparecen en la obra; el del conde Mosca y el del médico Rambo.
Ahora leeré El gran teatro del mundo / La dama duende, de Calderón de la Barca.