-He recuperado mi teclado. Yeah. Me siento una persona realizada.
-¿Volveré a tener un año entero sin que la salud me juegue alguna mala pasada? Chan, chan... (música de incertidumbre misteriosa).
-Adiós, calor. No te echaré en falta. Es una delicia poder volver a taparme, a dormir acurrucándome junto a mi merluzo o tomarme un colacao calentito. Y vuelve la temporada de los ataques con los pies gélidos, mhuahahaha.
-Hace meses que establecí una buena rutina para que el exceso de tiempo libre no se volviese un castigo cuando no puedo salir de casa. Y la verdad es que lo llevo muy bien, voy mejorando en idiomas, leo esos libros que siempre tenía pendientes, escribo, voy montando mis proyectos futuros, conquisto planetas pequeños... no me puedo quejar.
-Tengo un pato gigante. Eso es algo digno de ser confesado.
-Mi melón ha descubierto que no solo hablo en sueños, también canto. Mientras no realice pedidos a la teletienda, bien vamos.
-Hoy he soñado que tenía una espada molona que me permitía viajar entre dimensiones y luchar contra monstruos varios. También había unos espíritus malignos a los que había que lanzar vasos de cocacola para que no te atacasen. Y tenía que rescatar a un niño que se había quedado atrapado en una trampa oculta en un baño y se estaba quedando sin oxígeno. Ah, y activar un torbellino dentro de un avión para lanzar a todos los pasajeros por ahí volando mientras yo me refugiaba en una cápsula de seguridad. La verdad es que me lo paso bien durmiendo.
-A veces me preocupa que gente que me importa tenga problemas o no consiga aquello que se propone. Pero frustrarme por no poder hacer nada no va a cambiar su situación y solo me va a servir para empeorar la mía. Así que carpas para todos.
-Y el viejo zapato (de tacón y un poco hortera) habló. Y dijo así: "Un anacardo contiene más poder que el eoliano medio". Y aplaudieron todas las serpientes de la zona.
-La gente se queja mucho. O igual es que yo me quejo muy poco. Haré un estudio. Y lo publicaré. En páginas marginales y poco fiables. Manipularé toda la información.
-Este verano me ha visitado un montón de gente de la que tengo desperdigada por todo el país. Lo he celebrado tomando dulces cada vez que quedaba con alguien. Ahora puedo ir rodando a los sitios. Aunque sigo pensando que lo idea sería que mi cuerpo tuviese acoplado unas ruedecillas y que pudiese tumbarme sobre las mismas para transportarme cuando estoy cansada.
-Las morsas son muy dignas. Creo que se debería presentar alguna a la presidencia.
-Mi melón me va a abandonar unos días el próximo mes. Pienso poner al pato en su lugar (al dormir, en la mesa al comer, cuando juego a la consola...) y mandarle las fotos para que vea que no sufro. Igual monto una fiesta, el pulpo y el manatí deben tener ganas de sumarse. Habrá bebidas, picoteo y maratón de series. Intentaré emborrachar al erizo. Claro que para eso debería tener alcohol y en esta casa no bebemos. Bueno, es un detalle sin importancia.
-No hay que fiarse de las limonadas que creen en el más allá.