katxan escribió:Las cárceles son como hoteles donde se vive de puta madre. Una temporadita en una les deseo yo a todos los que dicen semejante subnormalidad.
La legislación penal española es muy blanda. En realidad, España, con uno de los índices de criminalidad más bajas de Europa, tiene uno de los mayores porcentajes de reclusos. Y su ley penal, se encuentra entre las más duras del mundo occidental.
La verdad es que si, es como la falsa creencia que las armas o la pena de muerte tienen efecto disuasorio sobre el crimen. Países con pena capital y derecho de armas tienen un índice de criminalidad mucho más alto que España.
Otra mentira que me gustaría agregar es el mantra neoliberal de las regulaciones, tales como la indemnización por despido. La realidad es que sin esa indemnización no le quitas al empresario el miedo a contratar, lo que le quitas el miedo a despedir por la causa que sea y esas medidas no son causa de un pleno empleo, son como mucho, una consecuencia. Primero generemos un mercado laboral eficiente y con movilidad y entonces quitemos normas, pero cuando todos estemos civilizados.
Una más, y que me suele dar mucha rabia ya que todo el mundo conoce o tiene alguien que la dice, es la que yo llamo la anécdota del inmortal. Esta anécdota la usa la gente para creerse sus propias mentiras, generalmente sobre los vicios tradicionales. Te tropiezas con un conocido o amigo que bebe como si no hubiera mañana y fuma que parece una chimenea y le dices tío, te estás matando. Y entonces es cuando usa su arma secreta: la anécdota del inmortal. Consiste en contarte la historia de su padre/abuelo/tío que bebe whisky todos los días desde los 4 años de edad y se fuma 2 cajetillas más 4 puros al día y está hecho un toro, folla con su mujer a diario, bucea para pescar pulpos y lo que sea.
Luego al final muchos de estos inmortales acaban muriendo de enfermedades del corazón o de algún cáncer, pero oye vivió hasta los no se cuántos años.