israel escribió:Silent Bob escribió:Para la proxima intenta llegar hasta donde escribo que ahora no hay torturas ni nada parecido sino que hay politica y publicidad, pero que esconder casos de pederastia, aunque no sea tortura directa es encubrimirnto de un delito y esto no es precisamente una obra de buena fe, ni caridad, ni amor, ni mierdas con patatas.
A mi me la suda la Iglesia, soy judio y no me caen simpáticos los curas.
Pero siento que hay una persecución, una demonización exagerada y demagógica que apela a los mas bajos instintos de la gente para generar odio contra la Iglesia.¿No os parece que curioso que la Iglesia se haya vuelto un nido de pederestas para los medios americanos justo después de que Juan Pablo II haya condenado a la guerra de Irak de Bush? Es curioso...
A mi me jode muchísimo el lavado de cerebro que hacen los medios. Hoy el malo malísimo de turno es Benedicto XVI y la Iglesia porque sus ideas ya no sirven.
Necesitan vender sexo y las religiones son un escollo para ello. Ni Ratzinger Z es tan malo ni los anti-Iglesia son tan buenos. Son dos caras de la misma moneda.
No te equivoques es la iglesia quien odia a los demas y lo muestra en cada una de sus discursos oficiales.
- gays y lesbianas
- mujeres que abortan
- madres solteras (por haber fornicado antes del matrimonio)
- laicos
- gente que practica la eutanasia
- comunistas (el concepto de comunista para la iglesia es tan amplio que casi todos lo somos segun su criterio)
-parejas que no pueden tener hijos y usan metodos como la inseminacion artificial.
- joder es que hasta odian a los jesuitas, que forman parte de la iglesia.
Para ellos solo hay un camino, el suyo o eres el diablo.
Pues a los diablos se nos ha inflado los huevos y criticamos cada una de sus palabras.
a mi el dia que dejen a la gente que no cree en sus ideas en paz, no me molestara la iglesia.
No los odio simplemente veo que viene a recortarme una forma de vida ajena a la religión y encima el malo soy yo porque no paso por el aro.
si yo no creo en eso no me parece bien que intente forzar a un gobierno soberano para que lesgisle en determinadas materias a favor de sus intereses (o creencias), y encima signifique un recorte de derechos para todos, no solo sus fieles.