Me he levantado a las siete de la mañana porque tenía clase a las ocho y media. Llego entonces a la facultad y llega a menos veinticinco la profesora. Tras media hora más, la clase aún no había comenzado porque ésta era incapaz de abrir una presentación en el ordenador nuevo del aula. Al final ha suspendido la clase y aquí llevo un rato como un gilipollas en la sala de ordenadores de la facultad pensando en por qué cojones me habré levantado tan temprano para nada, cuándo por ejemplo la semana pasada el mismo viernes me quedé dormido y me perdí la primera hora que encima hicieron un ejercicio importante.
Dios qué puto asco.
Ahora a y media me piro que tengo otra asignatura, espero que merezca más la pena, joder.