Supongo que habría que separar esa alegría en dos sentidos: en uno más racional en que "quitas del medio" a alguien problemático y, por ello, te alegras (pero el mismo efecto sería que acabase en la cárcel o todo aquello que no le permita seguir haciendo lo perjudicial para los demás). Pero luego está la alegría más irracional, primitiva del ser humano por la muerte, el fin de otra persona. Yo creo que es algo muy ancestral eso de anular la identidad del enemigo.
En fin, yo diría que alegrarse por la muerte de alguien es un poco infantil y que refleja conflictos aún sin resolver en la cabecita de quien lo piense. Y, bueno, en estos casos en los que el muerto es un asesino, pues bueno aún puedes llegar a entender esa "alegría" por su muerte. Pero a mí me da una sensación de tremendo asco, impotencia y rabia cuando veo a gente alegrarse de la muerte de otros por temas como envidia, diferencias ideológicas...eso sí que me deja descolocado.