El comisario Villarejo revela ante el juez la existencia de una ‘Operación Catalunya’
El comisario de la Policía, José Manuel Villarejo, ha reconocido este miércoles ante el juez de instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, que hasta 2012 trabajó intensamente con el exjefe de la Unidad de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas en lo que ha denominado como operación Cataluña , en alusión a las funciones secretas que llevaron a cabo desde este cuerpo para frenar el proceso independentista, han informado fuentes jurídicas. Villarejo ha declarado este miércoles en calidad de investigado por el caso Nicolay, por la que se trata de averiguar quién fue la persona que el 20 de octubre de 2014 realizó la grabación ilegal donde se escuchaba al propio Martín Blas, al inspector Rubén López -que estaba citado hoy- y dos agentes del CNI hablando sobre las actuaciones sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás.
Tras ser apartado de Asuntos Internos por su enfrentamiento con Villarejo -que se remonta a la operación Emperador contra la mafia china-, Martín Blas fue destinado al Consejo Asesor hasta que el juez Zamarriego le requirió para encargarse de la investigación del llamado caso Nicolay. En este marco, Martín Blas remitió el pasado 20 de mayo un informe al juez en el que solicitaba la detención de Villarejo, a quien responsabilizaba de la grabación. También pedía la detención de su pareja y la del periodista que publicó las primeras informaciones sobre el arresto del pequeño Nicolás, así como la imputación de otras diez personas, entre ellas el exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino.
Fuentes jurídicas presentes en la declaración de Villarejo han asegurado que este comisario, que se presenta a sí mismo como “agente encubierto”, ha asegurado a preguntas del juez que no conocía al ‘pequeño Nicolás’ y que se enteró de la grabación a Martín Blas y el resto de agentes a través de los medios de comunicación. Según él, esto fue “objetos de chanzas” en el cuerpo por la sorpresa que causó que un responsable de Asuntos Internos hubiera sido sorprendido de esta forma.
Objetivo: frenar el procés
Villarejo ha reconocido que hasta 2012 trabajó intensamente con Martín Blas para frenar el proceso independentista en Catalunya. La existencia de un presunto grupo oculto para buscar información comprometedora de políticos independentistas fue destapada por varias informaciones periodísticas, aunque Interior siempre lo haya negado. El caso de Francisco Nicolás precisamente destapó las dudosas actividades de Asuntos Internos y su participación en estas supuestas unidades ocultas.
De hecho, en septiembre de un año después trascendió que Martín Blas y otro comisario, José Luis Olivera -actualmente al frente del CITCO- fueron condecorados con sendas medallas al Mérito Policial con Distintivo Rojo. Estos dos mandos fueron los encargados de reunirse con los fiscales anticorrupción de Barcelona para ofrecer sus servicios en relación al Caso Millet y terminaron proponiéndoles registrar la sede de CDC , así como practicar otras diligencias contra personas responsables de la Fundación Trias Fargas. Dichas actuaciones fueron denegadas por los representantes del Ministerio Público.
También en 2012 comenzaron a multiplicarse los casos que afectaban de una u otra manera contra CDC y sus miembros, especialmente del entorno de la familia Pujol. En este marco, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, denunció en diciembre de 2012 ante la policía las supuestas cuentas en el extranjero que tendría la familia del expresidente catalán.
Álvarez apuntó ante la Udef que habría realizado viajes a México para la gestión de casinos y construcción de un hotel, y también a Londres para invertir en una empresa de comunicaciones. Informaciones periodísticas revelaron posteriormente que la denuncia de Álvarez fue promovida por el jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, quien le envió a su amiga y excompañera de pupitre un SMS en el que escribió: “Si dieses una entrevista y lo contases todo salvarías a España y yo te haría un monumento”. Tras hacerse públicos los mensajes, el entonces fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, consideró que no había delito y que “las conversaciones con alguien que pueda declarar algo en un proceso” podrán tener “significación política”, pero no “trascendencia estrictamente penal”.
También en noviembre de 2012, el empresario Javier de la Rosa, estrechamente vinculado a Jordi Pujol durante muchos años, explicó a la Udef cómo había ayudado al expresidentes de la Generalitat a abrir cuentas en Suiza presentándole al dueño de la banca Lombard & Odier. Poco antes de ser detenido en octubre de 2014, el pequeño Nicolás había mantenido una conversación precisamente con Javier de la Rosa, en la que éste le da información sensible sobre Pujol pensando que el joven es el enviado de la vicepresidencia del Gobierno. La conversación, grabada, fue filtrada a los medios de comunicación.
Ese mismo noviembre, en plena campaña de las elecciones catalanas, el diario El Mundo acusó a Pujol y al entonces president Artur Mas de tener cuentas en Suiza y Liechtenstein, en base un documento borrador supuestamente de la Udef cuyo origen nunca se ha aclarado. Las fuentes consultadas por Eldiario.es atribuyeron igualmente al grupo oculto la información de los informes sin membrete contra Pujol, Mas o posteriormente Felip Puig y Xavier Trias.
Nicolás alude al caso Fernández Díaz
Antes de Villarejo, ha declarado también el propio Francisco Nicolás. En declaraciones a los medios, el investigado por el caso de la grabación ha vinculado la conversación entre el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y el jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, con la grabación ilegal que sobre él hicieron agentes del CNI y de la Policía. “Me sorprende que esas escuchas que se hacen cuatro días antes de mi grabación hablen de los mismos temas de lo que yo hablé justo hace dos años”, ha explicado. “Lo que me tomaban como broma se ha ido convirtiendo en real”, ha añadido.
Según su propio relato, el pequeño Nicolás ha afirmado ante el juez que el inspector que pidió en un informe imputar a la cúpula policial por la grabación ilegal de una reunión entre policías y agentes del CNI le ofreció un “trato preferencial” si confesaba quién era el autor. “Me dijo que él sabía perfectamente quién había grabado la conversación pero que necesitaba el empujón final y que ese empujón final era yo, y que si ayudaba pues lo de siempre, si me ayudas, te ayudo”, ha aseverado.
Francisco Nicolás ha explicado que no accedió a ese “chantaje” y, de hecho, en un escrito al que tuvo acceso Efe, sus abogados reclamaban la nulidad de las actuaciones en las que participó ese inspector y pedían al juez Arturo Zamarriego que le apartase de la causa. “También me dijo que corría prisa, que tenía que colaborar con ellos o que me atuviera a las consecuencias”, ha añadido.