Acabo de terminarlo y definitivamente soy del grupo de los que no lo han disfrutado demasiado. Creo que su principal problema (o atractivo para otros, quizá) es que se queda a medio camino entre ser puramente contemplativo como Journey (que me parece muy superior en todo a Gris, creo que las emociones que despierta Journey van muy unidas al manejo del personaje, aunque no parezca a priori muy interactivo) y ser una experiencia jugable satisfactoria. Por lo que tengo entendido era la intención del equipo creativo, pero yo, personalmente, busco en los videojuegos otra cosa.
Me sorprende que nadie haya mencionado el paralelismo entre Gris y Celeste, aunque sea solo respecto al tema que tratan. Es probable que jugar Celeste hace poco y empatizar tan bien con la protagonista a través de la dureza del gameplay haya hecho que Gris me parezca aún más descafeinado, pero me ha parecido eso: una experiencia más audiovisual que otra cosa. Difícil empatizar con el viaje interior de la protagonista cuando te lo dan prácticamente todo hecho. Puedes contemplarlo y disfrutarlo a través de su vistosidad y su banda sonora, pero no cala apenas en sus mecánicas porque en todo momento prioriza la estética.
Aun así, agradezco mucho que aparezcan juegos como este y que artistas de otros campos se animen a hacer videojuegos. Este no me ha gustado pero es probable que sirva de inspiración a personas que hagan cosas diferentes y arriesgadas, es la única manera de hacer avanzar a la industria.