Económicamente no es bueno desde el punto de vista teórico, pero existen herramientas para minimizar el efecto.
GB volverá a un incremento de aranceles, pero nada exacerbado, más que nada porque cuentan con un equilibrio presente de exportaciones e importaciones al que su sistema productivo está adaptado y trabajan bajo el marco de la OMC.
La inmigración puede disminuir lo cual reducirá la demanda de trabajo, subirán los sueldos y la libra se depreciará en busca de mantener la competitividad.
Pero esta inmigración seguirá existiendo, pero mucho más controlada según los ciclos económicos, y por lo tanto, las necesidades del país.
Desconozco el peso de las aportaciones de GB al Fondo Europeo, pero todo Fondo no se da sin contraprestación, por lo tanto, la disminución del Fondo por la desaparición de GB conllevará a menos compras de bienes y servicios británicos, y por este lado, la economía tendrá menos circulación y eso afectará al crecimiento de forma simétrica tanto a GB como a la UE. Pero de ningún modo supondrá un crack, ya que en la medida de lo posible, UE y GB tienen intereses económicos de dejar las cosas tal y como están, en la medida de lo posible.
El euro también se depreciará, en menor medida que la libra, cosa que la economía española está necesitando desde hace 7 años.